Puff casi!!! ¿cuál ha sido vuestro último susto?

[Nochero]

El duro cuello del chaquetón de aguas me había puesto en carne viva y sentía el escozor del salitre actuando sobre la piel , navegábamos a cinco o seis nudos aproados a una fuerte marejada del norte con un mar de fondo de unos cuatro metros , " menos mal que no hay ni gota de viento " me comento el patrón (mi padre) desde su diminuto cubículo de madera llamado puente , " si se levanta una brisa lo pasaremos mal " le conteste.
El pequeño barco artesanal de madera navega costosamente , macheteando la marejada que sin piedad ni tregua nos castigaba , cuando cambiamos de rumbo para adentrarnos en lo que nosotros llamamos playa por sus arenosos fondos , donde teníamos calados los aparejos , el mar de fondo dejo de darnos por popa para darnos de costado y la navegación se hizo si cabe mas dura con escoras que nos hacían bailar como muñecos al son que ella tocaba.
Negros y amenazantes chaparrones se veían en el horizonte avanzando lentamente por encima de la mar como si estuviesen dotados de vida propia iban blanqueando la mar a su paso era como si esta hirviese , se veía perfectamente pues destacaba en aquel mar vede oscuro cubierto por un cielo grisáceo lleno de verticales nubarrones que a sus anchas paseaban y pobre del barquito que se interpusiese en su camino.
Hacia mucho frio , faltaba poco para la navidad y era un invierno duro , las borrascas se abrían camino una tras otra y todas sin excepción venían a morir a nuestras costas , eche una mirada hacia la costa , hacia los negros y grandiosos acantilados de granito donde las olas se estrellaban sin descanso y pensé , mira porque tenemos estas costas de acantilados , el mas duro granito del mundo…para parar las borrascas…estamos en el cementerio de las borrascas , donde vienen a morir.
Después otra loca idea se me vino a la cabeza , si por la banda de estribor tenemos estas terribles murallas que la madre naturaleza puso ahí para defenderse y por la banda de babor tenemos los frentes de las borrascas corriendo hacia ellas , nosotros estamos justo en medio de estos dos fenómenos de la naturaleza ósea justo donde no deberíamos estar , nuestra costa no deja lugar a errores o a dudas , ir hacia la costa es una muerte segura un día de mal tiempo , como varios naufragios atestiguaban , la única salvación posible aquí siempre pasa por alejarse de la costa y nosotros teníamos calados los aparejos para la robaliza (lubina) a escasas dos decimas de milla de la costa y el tiempo era de fuera y nos empujaba hacia los negros acantalidos de granito que silencioso nos esperaban , el motor continuamente tenia que estar empujando contra viento y marea para alejarnos de aquella muerte segura y su ronroneo lejos de molestarnos nos tranquilizaba como una potente droga sonora que si cesaba nos volvía locos al instante , no podía haber fallos , no podía haber averías , pero los duros inviernos no daban para tener el barco arranchado como se quería si no como se podía y muchas cosas por falta de dinero se iban dejando para mas adelante , cosas elementales , cosas de las que nuestra vida dependía a diario , para cuando se ganase algo mas y siempre surgían otros gastos otras cosas y se iban dejando y dejando y…...
Esos días en silencio hasta el menos creyente de todos que era un servidor , rezaba pidiendo a Dios y a la Virgencita que ese cable ya falloso del mando de avante aguantase , que ese filtro sin cambiar no se atascase.
Ese frio y cruel miedo se te metía por las venas al mirar la costa y escuchar su bramido llamándote sin descanso , no impedía a aquel veinteañero disfrutar de las impresionantes vistas y aunque ya las había visto mil y una veces seguían sobrecogiendo el corazón y el alma de aquel muchacho que se sentía el ser mas afortunado del mundo de encontrarse allí ,su padre al timón no conocía otra vida , nunca tampoco nadie le permitió elegir llevaba desde los siete años ganándose la vida en la mar y se las había visto de todos los colores curtido en mil gracias a dios que no... , su tío como contramaestre con diez años mas que mi padre antiguo marinero de gran sol curtido en mil mareas al bacalao y desde la misma edad en la mar , su padre los embarco en la Golondrina para que se ganasen la vida de forma honrada y aprendiesen un oficio en la mar como había echo con el su padre y con su padre su abuelo…
Mientras , yo encandilado y sin darme cuenda absorto desde mi candidez observaba como sinoptizado el rugir de la costa a escasa distancia , el ruido de la mar contra los peirados y los cantiles era impresionante casi sobrepasaba el del ruidoso motor , rugía y bufaba como un gigante animal herido de muerte , las grandes y oscuras olas se convertían en un blanco luminoso cuando rompían estrepitosamente y ocupaban toda la costa haciéndola suya , allí era como si la mar hirviese levantando remolinos de espuma que se elevaban varios metros en el aire , era la cosa mas impresionante , la cosa mas viva que existía en el mundo , una explosión de vida fundiéndose y transformándose una fuerza imparable que te atrapaba con su belleza como una tela de araña atrapa a la pobre mosca sin darse cuenta de su suerte.
Mi tío me saco de ese estado con una colleja "espabila chaval , hoy toca apurar todo lo que se pueda tenemos que escapar de aquí lo antes posible" miraba con cara muy seria los nubarrones negros cargados de agua que corrían hacia tierra sin que nadie ni nada en este mundo pudiese frenarlos en su imperturbable avance , el patrón tampoco estaba muy tranquilo y nos insto a apurar lo mas posible "meter los aparejos de cualquier forma abordo , ya se listaran en tierra quiero salir de aquí lo antes posible".
Por fin apareció la boya que apenas se veía en medio de aquellas hirvientes aguas , de vez en cuando nos llegaba una ola de unos tres o cuatro metros , era el mar de fondo y ese era el verdadero peligro , comenzamos a meter el aparejo de enmalle abordo a toda la velocidad que maquinas y hombres podíamos , en aquel momento no había tregua por nada , era como estar inmerso en medio de una batalla naval y asta que esta finaliza no existe otra cosa.
El patrón comenzó a gritar y llamo a mi tío a proa , "que pasa…" me asome por el portillo del costado y vi el enorme bolo de robalizas enmalladas eran tantas y tan juntas que no cabían por la entrada del aparejo al barco , cientos de robalizas llenaban la cubierta convirtiéndola en plata , reíamos a carcajadas ajenos a los peligros , risas salidas de lo mas profundo del alma de aquellos pobres marineros, serian unas buenas navidades , las estibamos como se pudo y seguimos a lo nuestro metiendo los aparejos sin cesar como si la vida nos fuese en ello y no era del todo incierto…..
Como habreis apreciado no fue la ultima fue hace muchos años...que tiempos màs buenos Dios mio¡¡.
Boa proa , camaradas.