La Solidaire du Chocolat 2009

[Ventarrón]

hola a todos,


ahora soy yo, Felipe

cuesta imaginar que el mar y el viento puedan a la vez crear ambientes tan inhospitos y a la vez, tan acogedores.

Durante los ultimos 15 dias la flota de los Class 40 se enfrentaba a condiciones durisimas con grandes holas y fuerte viento de la proa. Esas condiciones produjeron danos tanto en los barcos como en las tripulaciones. Mirado asi no es extrano que un 30% de la flota que zarpo de Saint Nazaire, haya debido abandonar tempranamente la regata.

Nuestra querida Colorina sobrevivio los embates pero, como todos, no salio incolume pero en general los problemas que tuvimos los hemos ido resolviendo.

Lo que no tiene solucion son los instrumentos de viento que nos servian para saber desde donde y cuanto viento teniamos; con esos datos podiamos saber que velas usar y si el barco iba o no en su rendimiento optimo.

Como hoy no tenemos nada de eso, hemos vuelto a lo basico y para saber el viento aparente que llevamos, ponemos una lanita en un obenque y por abajo le ponemos un tranportador (si, esos que se compran en las librerias y se usan en las clases de geometria) y eso nos da el angulo. Con ese dato, mas la comprobacion empirica ( o sea, al ojo) de la intensidad del viento, tenemos todo lo que necesitamos.

Y si vemos las velocidades de las ultimas 24 horas veremos que, al parecer, nuestros calculos estan funcionando.

Ahora vamos finalmente en los Alisios, esos maravillosos vientos muy estables y predecibles, que antes facilitaron el comercio, y ahora hacen muy llevadera la regata.

Las condiciones actuales, para serles honestos, son perfectas; viento estable de 18 nudos (creemos), temperatura del ambiente y del agua, perfecta, y el angulo por el cual vamos recibiendo el viento, tambien perfecto. Si a todo esto le agregamos una luna preciosa que nos acompana de noche, definitivamente concordare con el gran Daniel, que todo esto tiene sentido. Y que bien valio la pena todo el esfuerzo de las dos ultimas semanas..

Anochece ya en los alisios, hemos comido una rica pasta con salmon, y mientras esperamos que la luna nos muestre el camino, seguimos descontando millas en nuestro rumbo a St Barth, gate obligado para entrar al Mar del Caribe.

Felipe


Salud