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VHF: Canal 77 |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Muy bueno, gracias a ambos.
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
SALUDSS.
CORONADOBX . me preguntaba si en este mismo hilo podriamos incluir descubridores o aventureros o buscadores de riquezas , o como quierase que se quieran llamar . lo digo por que SuperLii es del Parana y como no sabia quien descubrio dicho rio ( pedazo de rio )pues e tirado de internete y me ha salio esto . va por ti Superlii. la fuente es http://www.portalplanetasedna.com.ar/gaboto.htm Sebastián Gaboto y el descubrimiento del Río Paraná — El monarca español, ante la certeza de que la Especiería estaba comprendida dentro de la jurisdicción de Castilla, organizó la Casa de Contratación de la Especiería en la Coruña, para el tráfico con las Molucas. Se preparó una expedición que debía seguir la ruta de Magallanes y El Cano y que fijaría exactamente la jurisdicción castellana. Se puso al frente de ella a García Jofré de Loaysa y El Cano iba como guía, pero la empresa fracasó; cruzado el estrecho de Magallanes, murieron en alta mar primero Loaysa y más tarde El Cano. Algunos sobrevivientes establecieron una fortaleza en Tidore, para defender los derechos de Castilla ante Portugal, y otros llegaron a la costa mejicana. Una de las naves tocó costa de Brasil y algunos hombres quedaron allí, deslumbrados por los relatos de riquezas que habría más al norte. Cuando ocurrían estos acontecimientos, ya había salido de España Sebastián Gaboto, hijo de Juan Gaboto, que había realizado viajes por cuenta de la corona inglesa. Establecido en España se lo nombró piloto mayor en reemplazo de Solís, que había muerto. Firmó capitulación para recorrer la ruta de El Cano y llevar mercaderías valiosas de las Molucas, Cipango y Cathay. Zarparon de San Lúcar de Barrameda en cuatro naves. Tocaron las Canarias; después se negó a hacer conocer a sus capitanes la ruta que pensaba seguir y en vez de enfilar hacia el sur para cruzar el Estrecho, ordenó poner rumbo a las costas del Brasil, que avistaron a la altura del cabo de San Agustín. Esto indujo a algunos investigadores a pensar que al salir de España ya tenía la intención de cambiar de ruta, seducido por las riquezas de que hablaban los náufragos y desertores que vivían en la costa del Brasil. Ellos les indicaron en conversaciones directas que el camino a seguir era el río de Solís, que llamaban de la Plata. Gaboto reunió a los capitanes de su armada para deliberar y decidieron explorar el Río de la Plata en vez de cumplir lo capitulado. En el puerto de los Patos (sobre el continente, frente a Santa Catalina) se construyó una nave de poco fondo para recorrer los ríos y se levantó la primera iglesia de estas regiones. Ya en el Río de la Plata Gaboto fundó el puerto de San Lázaro. Cerca de la isla San Gabriel encontró a Francisco del Puerto que le confirmó las noticias sobre la Sierra de la Plata, en cuya búsqueda decidieron lanzarse. Al llegar a la confluencia del Coronda con el Carcarañá fundó el fuerte de Sancti Spiritus (9 de junio de 1527). Alrededor del fuerte cada conquistador construyó su casa de paja y adobe. Era esta la primera población española del Río de la Plata, adonde llevaron a los españoles de San Lázaro. En diciembre Gaboto salió en busca de la Sierra de la Plata, remontando el Paraná hasta el Paraguay donde tuvo noticias de que naves desconocidas habían penetrado en el Paraná; esto unido a una emboscada de los indios en la que murieron varios españoles, decidió a Gaboto a regresar. En el camino se encontró con las naves de Diego García de Moguer. Este marino había venido en la expedición de Solís y regresó a España deslumbrado por las noticias que había recibido sobre una región rica en metales preciosos. Consiguió armar una expedición y firmó la capitulación correspondiente, por la que se comprometía a ir a las Molucas. Era una expedición modesta, integrada por dos naves y un bergantín que se encontró con la de Gaboto en la isla de Palma, donde García terminaba de prepararse y por donde Gaboto pasaba en viaje a América. También en busca de las tierras del Rey Blanco penetró en el Río de la Plata y entró al Paraná llegando a Sancti Spiritus. Como fracasó en su intento de apoderarse del fuerte salió en busca de Gaboto. Después de veintisiete días se encontraron, disputando sobre sus derechos, pero como no se pusieron de acuerdo decidieron regresar a Sancti Spiritus para reacondicionarse, emprendiendo juntos la conquista del Imperio del Rey Blanco. Salieron con siete naves hacia el norte, pero tuvieron noticias de la hostilidad de los indígenas y regresaron por ello a Sancti Spiritus. En esos días llegó al fuerte Francisco César, el capitán que había sido enviado hacia el oeste por Gaboto, quien confirmó los datos sobre una región llena de riquezas, de metales y piedras preciosas, que ellos decían haber visto. García y Gaboto, más interesados que nunca en alcanzarla, salieron nuevamente llegando hasta el Paraguay y quizás hasta el Pilcomayo. Supieron que los indios de toda la zona preparaban un gran levantamiento, por lo que regresaron a Sancti Spiritus desde donde salió Gaboto para pacificar la región. En su ausencia los indios atacaron y destruyeron el fuerte. Los pocos españoles que lograron salvarse se refugiaron en San Salvador, donde estaba Gaboto. Este y García ál comprobar el desastre decidieron regresar a España, haciéndolo primero García. Llega con a la península con seis días de diferencia, en julio de 1530. Gaboto recorrió los ríos hasta el paralelo 25, punto máximo que logró llegar por el norte. LOS INDIOS QUE LLEVO CABOTO A ESPAÑA Según el historiador De Gandía, Caboto volvió a España en 1530, después de haber navegado por primera vez el Paraná, descubierto el interior de Argentina y Paraguay, fundado el primer establecimiento español en estas tierras y plantado el primer trigo. Llevaba a bordo una pequeñísima muestra de plata, enloquecedores rumores sobre la supuesta abundancia de tesoros (que no se daban en realidad en el Río de la Plata, sino en el Alto Perú, en Potosí) y cinco indios. Sabemos los nombres de tres: Curupao, Carapucá y Chocoví; los nombres de un indio y una india, probablemente marido y mujer, quedaron ignorados para la historia. Diego García, que partió para España a fines de 1529, llevó seis indios capturados en las costas de Brasil. Los reyes de España se preocuparon mucho de estos indios. El 1 de setiembre de 1530 ordenaron a la Casa de Contratación de Sevilla que los tres indios Curupao, Carapucá y Chocoví' que Caboto había entregado a Hernando de Andrada, fuesen vestidos, en caso de no estarlo y llevados a la corte, para verlos y luego alojarlos en un convento. Parece que esta orden no se cumplió, pues el 27 de octubre del mismo año los reyes pidieron noticias de los indios. El 10 de diciembre vuelven a pedir noticias y solicitan que los indios fuesen adoctrinados en monasterios. En cuanto a los seis indios que trajo Diego García de Moguer, sabemos que fueron embarcados y que el 4 de abril de 1531 los reyes pedían noticias de ellos a la Casa de Contratación. Los indios seguían embarcados y el 22 de junio de 1531 los reyes dispusieron fuesen devueltos a su propietario. Por una noticia del 20 de mayo de 1532, sabemos que un indio y una india traídos por Caboto de la isla de Santa Catalina se habían hecho cristianos, pero se ignoraba su paradero. El 22 de agosto de 1534 los reyes disponen que los indios sean devueltos a sus tierras en la armada que estaba preparando Pedro de Mendoza. Como ya hablaban español podían servir de intérpretes; los llamaban ladinos (o sea, latinos^ El 9 de enero de 1535 los reyes ordenan que si los indios estaban en conventos y deseaban embarcar con Pedro de Mendoza, lo podían hacer.
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EL GARFIELD. Restauración integral de un velero de 5,50. http://foro.latabernadelpuerto.com/s...d.php?t=166786 El WISPA RESTAURACIÓN INTEGRAL DE UN VELERO DE 26 PIES https://foro.latabernadelpuerto.com/...d.php?t=182808 LAS RONDAS DEL JORDI BMW LAS PAGO YO (AL) LA IGNORANCIA SE CURA LEYENDO Y EL RACISMO SE CURA VIAJANDO. (UNAMUNO) Editado por leviño en 16-01-2015 a las 11:10. |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Unas a todos.
Coronadobx, excelente relato, sobre D.Álvaro de Bazán. Si me permites solo ampliar un poco lo que comentas de la batalla de la Isla Terceira ( Azores ): El día veintidós de julio de 1582 llega la flota española a la isla de San Miguel o isla Tercera, donde pudieron contar no menos de sesenta velas por parte de la escuadra francesa . A pesar de la inferioridad española, no se podían permitir que el enemigo se hiciera más fuerte : los franceses ya habian tomado algunas zonas de la costa. El dia veintitrés las dos escuadras estuvieron vigilándose, pero siempre la francesa mantenia el barlovento, lo que les permitia escoger el momento de atacar. El día veinticuatro hacen bordadas, navegando casi paralelas, pero fuera del alcance de la artillería. Alvaro de Bazan no queria por mas tiempo, estar a la merced de un enemigo tan poderoso, por lo que decidió ganar barlovento: y dio orden de navegar virando, toda la flota, al mismo tiempo, a la puesta de la Luna, sin que hubiera señal para ello , y así evitar ser detectados por los franceses. El día veinticinco la escuadra española estaba formada a barlovento de la francesa.
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"Busquemos lo que es mejor, no lo que es más común, o frecuente, y lo que nos lleve a la posesión de la felicidad" Del filósofo Séneca (Córdoba, Hispania 4 a.C. - Roma 65 d.C.) |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Me tomo la libertad de añadir o ampliar otro suceso del relato sobre D.Alvaro de Bazan, que hace Coronadobx, con toda admiración por el trabajo del cofrade. Y es que al final del texto cita un precioso poema de Lope de Vega...... pues eso que quería añadir es que Lope de Vega estaba embarcado en un navío es esa batalla de la Isla Tercera ( Azores ). Lope tenía 21 años, era hombre de espada, de mar y de letras. Cuando estoy en puerto dudando si salir o no por una meteo en el límite, y veo que algunos barcos si que salen, siempre recuerdo un poema de Lope de Vega: …. Dirás que muchas barcas con el favor en popa, saliendo desdichadas, volvieron venturosas. No mires los ejemplos de las que van y tornan, que ha muchas a perdido la dicha de las otras.
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Acasimirocasper (09-11-2022), Alas de Zainoa (16-01-2015) |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Aun a riesgo de ser expulsado de este antro por pesado, hoy hablo de el Capitan general del Mar D. Juan de Austria. Precisamente el 15 de Enero pero en 1568 era nombrado en tal cargo y ese mismo dia Felipe II ordena la construccion de la galera real, Capitana de Lepanto, pensada precisamente en Don Juan.
Me ha parecido interesante, ya que tambien confluye en la Guerra de Lepanto, que hemos iniciado con D. Alvaro de Bazan. Como curiosidad, tenemos en la actualizad el tercer tercio de la legion bajo el nombre de D. Juan de Austria con sede en Viator (Almeria) De nuevo texto extraido de un magnifico articulo publicado por ABC http://www.abc.es/espana/20141007/ab...410061723.html Como si de una historia de la factoría Disney se tratara, don Juan de Austria, héroe de la batalla de Lepanto y uno de los pocos españoles inmunes a la leyenda negra, pasó en pocos años de ser un niño huérfano criado en las calles de Leganés a ser el hijo reconocido del emperador Carlos V. Entre las muchas infidelidades de Carlos I de España, que tuvo al menos cinco hijos fuera del matrimonio, destaca la historia de don Juan de Austria. Su madre, Bárbara Blomberg, era una dama alemana que Carlos I conoció en 1546 cuando acudió a la Dieta Imperial en Ratisbona. Y aunque el emperador del Sacro Imperio Germano y Rey de «las Españas» no reconoció al niño como hijo suyo a su nacimiento, sí se preocupó de que recibiera una educación acorde a su Condicion. El niño fue bautizado como «Jerónimo» o «Jeromín» Sobre su fecha de su nacimiento se desconoce si fue en 1545, como pensaban sus contemporáneos, o en 1547. No en vano, en el perfil que Henry Kamen hace del general español en su libro «Poder y gloria: Héroes de la España imperial» se destaca la obsesión del hermano de Felipe II por aparentar repetidas veces menos años de los que tenía. Así no es sorprendente que las fuentes se muestren siempre contradictorias. De lo que no cabe duda es que el niño fue bautizado como «Jerónimo» o «Jeromín» debido probablemente a que la madre se casó al poco tiempo con Jerónimo Píramo Kegell. Era, en consecuencia, una forma de guardar las apariencias. Sin embargo, Jeromín rápidamente se trasladó a España por expreso deseo de Carlos I. Su mayordomo, don Luis de Quijada, llegó a un acuerdo con Francisco Massy, violista de la corte imperial, casado con una española, Ana de Medina, por el cual a cambio de cincuenta ducados anuales se comprometía a educar al niño en Leganés, donde su esposa tenía tierras. En Leganés el hijo natural del emperador que dominaba media Europa participó como uno más de los juegos infantiles en las calles de esta localidad. En el verano de 1554, don Luis de Quijada consideró que la educación del hijo del Rey no cumplía con las condiciones firmadas y trasladó al niño a Villagarcía de Campos (Valladolid). Su esposa, doña Magdalena de Ulloa, se hizo cargo de su educación, auxiliada por el maestro de latín Guillén Prieto, el capellán García de Morales y el escudero Juan Galarza. Aunque nunca lo reconoció públicamente en vida, Carlos I de España a su abdicación en 1555 concedió la Orden del Toisón de Oro a Jeromín y dejó escrito en su testamento: «Por cuando estando yo en Alemania, después que enviudé, tuve un hijo natural de una mujer soltera, el que se llama Jerónimo». Ya en el Monasterio de Yuste, el Rey ordenó a don Luis de Quijada que fuese a vivir al pueblo extremeño y pidió conocer al niño en persona. Felipe II ordenó que le cambiaran el nombre por don Juan de AustriaPero hubo que esperar hasta la muerte del emperador para que Jeromín conociera su auténtico origen. Felipe II se enteró de la existencia de su hermano por el testamento y se reunió con él a mediados de septiembre de 1559 en Valladolid. El Monarca, siguiendo las indicaciones de su padre Carlos, reconoció al niño como miembro de la Familia Real. No en vano, el testamento de Carlos I dejaba el resto de detalles, como por ejemplo la futura posición en la corte del joven, en manos de la benevolencia de Felipe II. Por lo pronto, ordenó que le cambiaran el nombre por don Juan de Austria, que consideraba más masculino, y le otorgó casa propia, a cuyo frente puso a don Luis de Quijada. Héroe de la batalla de Lepanto Con los años don Juan de Austria se convirtió en un fiel reflejo de lo que había sido su padre y de lo que nunca pudo ser Felipe II: un hábil jinete, un rápido espadachín, un hombre desbordante de ánimo y un amante de la guerra. Tras sofocar la Rebelión de las Alpujarras –donde su tutor Luis de Quijada sacrificó su vida para salvarle durante una emboscada de los moriscos–, don Juan de Austria se postuló para encabezar la coalición cristiana que pretendía hacer frente a la temida flota otomana. Supo compensar su poca experiencia dando voz a consejeros más curtidos Felipe II no puso impedimentos a que su hermano alzara el estandarte de la Santa Liga, pero la decisión corrió directamente a cargo del Papa Pío V que tenía al joven general por un designado de Dios. Don Juan de Austria tuvo un ejercicio perfecto en la batalla de Lepanto. Empleó su afable carácter para mantener en calma las tensas relaciones con Venecia y supo compensar su poca experiencia –solo tenía 24 años– dando voz a consejeros más curtidos en la mar como el irrepetible Álvaro de Bazán que con sus acciones en la retaguardia solapó las brechas. Amplio aqui el relato de ABC con algo mas de informacion sobre la intervencion de Juan de Austria en la batalla de Lepanto La Liga Santa fue un proyecto que, desde 1568, había alentado el papa San Pío V y respecto al cual Felipe II era reacio. En el año 1570, sin embargo, resuelta prácticamente la cuestión de los moriscos, Felipe II aceptó unirse a Venecia y el Papado contra los turcos. A la monarquía española le interesaban objetivos cercanos como Túnez, pero los otros coaligados se inclinaban por la defensa de Chipre, atacada por Selim II en el verano de 1570. Aunque no pudo determinar el objetivo de la flota, Felipe II sí impuso el mando de don Juan de Austria. La Liga se firmó el 20 de mayo de 1571. La noticia llegó en junio a Madrid, y el rey se demoró veinte días para redactar las instrucciones concretas que debía llevar su hermano. De nuevo, pondría a su lado personas de confianza a las que continuamente debía consultar; entre ellos, Luis de Requesens y su compañero de Alcalá de Henares Alejandro Farnesio. La flota española se reunió en Barcelona, donde don Juan de Austria tuvo que esperar hasta el 20 de julio para que llegaran sus sobrinos, los archiduques Rodolfo y Ernesto, a los que trasladó hasta Génova. La flota llegó a Nápoles el 8 de agosto para avituallarse. Pío V mandó a don Juan el estandarte de la Liga, quien lo recibió solemnemente en un acto celebrado en la iglesia de Santa Chiara. A finales de agosto, la flota llegó a Mesina, donde se concentró la armada de la Liga. Allí don Juan pasó revista y recibió el jubileo, con el resto de los miembros de la Armada. Don Juan de Austria convocó consejo de guerra en su nave capitana para decidir el curso de la acción. Famagusta había caído a principios de agosto. Una derrota de la Liga significaría dejar absolutamente desprotegidas las costas mediterráneas de España e Italia frente a los turcos. Don Juan defendió la idea de una guerra agresiva: buscar a la flota turca allá donde estuviera y destruirla; este era el plan apoyado por marinos expertos, como Álvaro de Bazán. Don Juan consiguió imponerse frente a las posturas más moderadas, y el 15 de septiembre la flota salió de Mesina en dirección al Mediterráneo oriental. La batalla se libró el 7 de octubre de 1571 en el golfo de Lepanto, donde los turcos se habían refugiado. Las galeras bajo el mando directo de don Juan se situaban en la parte central de la formación. La actuación de don Juan de Austria fue decisiva para la victoria de la Liga, por su resuelta búsqueda de la victoria y su valentía personal en este tipo de batallas, mezcla de naval y terrestre pues una vez abordadas las naves se luchaba cuerpo a cuerpo. Así lo señalan historiadores como Braudel o M. Fernández Álvarez, y testimonian contemporáneos como Miguel de Cervantes. Para los turcos, Lepanto significó la pérdida de su armada, siendo la peor derrota sufrida por el sultán desde la batalla de Angora (1402), y una amenaza inmediata de invasión de sus territorios. Para la monarquía española y las repúblicas italianas, alejó el peligro que representaba el turco en el Mediterráneo Occidental. Además, se produjo una ganancia inmediata en forma de botín, obteniéndose un impresionante número de galeras. Con ellas, la flota española se hizo la más poderosa del Mediterráneo, si bien no pudo explotar esa ventaja debido a la escasez de remeros. En efecto, don Juan de Austria liberó a los cristianos que remaban en las galeras turcas (se calcula que eran unos 15.000) y, además, a los galeotes de las galeras españolas que actuaron lealmente en el combate Alzado como héroe en toda la Cristiandad, el joven general fue elegido gobernador de los Países Bajos españoles en 1576 por Felipe II. Un laberinto político del que no supo salir y que le labró la desconfianza de su hermano, quien empezó a sospechar que el héroe de Lepanto tramaba arrebatarle la Corona. En poco tiempo, Don Juan se encontró aislado políticamente, sin las tropas ni el dinero necesarios para sofocar la rebelión en Flandes. Al conocer la muerte de su secretario Juan de Escobedo en marzo de 1578, quien había viajado a Madrid a pedir más recursos, don Juan entró en un estado de depresión, al tiempo que contraía la enfermedad del tifus. Su estado de salud se agravó a finales de septiembre, estando en un campamento en torno a la sitiada ciudad de Namur (Bélgica). Algunos historiadores han apuntado a que la causa final de su muerte fue desangrado tras una operación fallida de hemorroides. El día 28 nombró sucesor en el gobierno de los Países Bajos a su sobrino Alejandro Farnesio. Y escribió a su hermano, antes de morir el día 1 de octubre a los 31 años, pidiéndole que respetase este nombramiento y que le permitiera ser enterrado junto a su padre. El cadáver de don Juan de Austria fue llevado a España, después de ser seccionado en tres partes para evitar que pudiera caer en manos enemigas, y actualmente reposa en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Editado por coronadobx en 15-01-2015 a las 23:44. |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Está tan bien explicado, respecto a lo que he investigado y leido que casi no puedo añadir nada. Como de costumbre en este hilo me limito a ampliar algún dato o curiosidad: Llegado el 7 de octubre por la mañana, se encuentran las dos flotas en el golfo de Lepanto, cerca de Grecia. Antes de la batalla se pone Don Juan de rodillas y rezó a Dios pidiendole la victoria, lo mismo hicieron el resto y recibieron la absolucion de sus pecados, por parte de los padres jesuitas y capuchinos enviados por Su Santidad. En ese momento cuenta Don Juan que : “ fue el mar aquietado de tanta bonanza, cuanta se pudo desear, que forzó a la armada enemiga a plegar sus velas y venir a remo “ . Los turcos tenian el viento de popa, pero, cuando se estan aproximando, rola el viento, lo que les obliga a emplear remos. Al llegar la formacion de galeras turcas a la altura de las cristianas , reciben muy fuerte fuego de artilleria y fusileria. Alí Bajá en el centro de la formacion, aceleró el ritmo de la boga, para asi estar menos tiempo sometido al castigo, y embiste proa con proa a la nave capitana de D. Juan , llamada la Real, quedando unidas ambas embarcaciones, otras galeras de la liga santa se ponen al costado de la de Don Juan, entablándose lucha cuerpo a cuerpo, esta lucha duró hora y media, cae rendida la nave capitana turca, el centro de su flota queda desecho. Alí Bajá abatido por siete disparos de arcabuz, un soldado de los Tercios, Andres Becerra, descolgó el estandarte otomano. D. Juan de Austria resulta herido en un pie. El ala izquierda turca continua la batalla con 93 buques y gente fresca produciendo grandes daños en galeras venecianas y a dos del Papa, Álvaro de Bazán acude con la escuadra de reserva deteniendo el ataque que estuvo a punto de cambiar la suerte del combate. Y por esta batalla y por otras , en el sur de Europa, no se habla turco.
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Cita:
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BARRILES DE RON JAMAICANO PARA TODOS |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Unas a todos los seguidores de este curioso e interesante hilo.
No puedo ahora acostarme sin citar algo sobre la mal llamada...... Armada Invencible Española. En la que España resulta derrotada y vencen los británicos. Dispongo de un libro del historiador británico y nada sospechoso J.H. Elliott. John H. Elliot era profesor de historia de la universidad de Cambridge, el libro se titula “ La España Imperial 1469 – 1716 “ el autor es nombrado “Sir" por la reina Isabel II de Inglaterra por su labor en las universidades de Cambrige, Londres, Princeton y Oxford y en dicho libro, capitulo 8 página 313 de mi edición de 1998, dice sobre esta derrota española en la que no existió batalla naval : “ de un total de 130 naves , por lo menos dos tercios consiguieron volver a España . Además , la flota española no solo repuso sus bajas con notable rapidez, sino que incluso se convirtió en una fuerza mas poderosa aún de lo que había sido.” Destacar que el nombre de Armada Invencible se lo pusieron los propios ingleses y sin ninguna ironía, al ver lo que se acercaba a sus costas. En España dicha armada se llamó : La Grande y Felicísima Armada" Y no existió combate naval. Si alguna pequeña escaramuza donde los ingleses lanzaron "brulotes" y volvieron a sus puertos, aguantando los barcos españoles un gran temporal que dispersó y hundió muchas naves.
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Saludos de nuevo, mi ausencia mas motivada a temas laborales que a falta de historias que contar, se completa con la biografia de D Alejandro de Farnesio. Como vereis tanto Alvaro de Bazan, como Juan de Austria y Alejandro de frnesio estan entrelazados y los tres fueron grandes militares que sirvieron de forma consecutiva (y paralela) a los intereses de la corona Espnola!
Interesantisimo relato, fuente de "Los Tercios de Espana; La infanteria Legendaria" de Fernando Martinez Lainez Hijo de Octavio Farnesio, nieto del Papa Pablo III, y de Margarita de Austria, hija bastarda del Emperador Carlos V, Alejandro pasó su adolescencia en Madrid bajo invitación de su tío materno, Felipe II. Tras estudiar en Alcalá de Henares junto al infante don Carlos –luego llamado el príncipe maldito– y de don Juan de Austria, sus vínculos con la corona hispánica quedaron fuertemente arraigados. No obstante, las obligaciones con el ducado de su padre, Duque de Parma, le alejaron por el momento de la esfera hispánica. En 1571, cuando su tío y gran amigo don Juan de Austria fue puesto a la cabeza de la Santa Liga, Alejandro Farnesio acudió a su lado. Si bien a mediados del siglo XVI cada vez se hacía más imprescindible proteger la integridad física del comandante del ejército, aún había generales –incluso monarcas, como Carlos V– que continuaban encarnando la tradición medieval de colocarse en primera fila durante la batalla. El Gran Capitán no había dudado en enfundarse su armadura en múltiples ocasiones; el duque de Alba había protagonizado acciones en su juventud a pie de campo; y cuando la costumbre medieval empezaba a extinguirse, una pareja de jóvenes generales, hambrientos de combate, se empeñaron en sostenerla por última vez. Su leyenda comenzó a escribirse en Lepanto. Conocemos pocos detalles del ejercicio de Alejandro Farnesio en Lepanto, pero nos consta que acompañó a Juan de Austria en la galera La Real. Probablemente, como bisoño en el combate y dadas las circunstancias de la lucha entre galeras, la integridad de Farnesio debió quedar expuesta repetidas veces; el propio don Juan de Austria estuvo cerca de ser herido y por pocos metros evitó cruzar acero con el comandante turco. La experiencia de Farnesio debió ser similar puesto que las galeras dejaban escaso espacio para guarnecerse. Alejandro Farnesio en su adolescencia: Otra vez alejado de los intereses hispánicos, en 1578, Alejandro Farnesio fue reclamado por don Juan de Austria, junto a los Tercios Castellanos, para acudir a Flandes. El héroe de Lepanto, que había tratado de alcanzar una solución por la vía pacifica, acabó pidiendo, hastiado de las falsas promesas rebeldes, el regreso de los Tercios viejos. En el primer encuentro, la batalla de Gembloux, 17.000 soldados del bando hispano se impusieron a 25.000 rebeldes holandeses –en realidad era un mosaico de nacionalidades, como los propios Tercios–. No obstante, la batalla había comenzado en contra de los intereses hispanos, cuando un capitán español se excedió en sus órdenes y avanzó en demasía, auspiciando que los rebeldes los flanquearan. Alejandro Farnesio, al frente de la caballería, se encargó de alejar las dudas. Antes de iniciar la carga que determinó la batalla, Farnesio se dirigió a su paje: “Id a Juan de Austria y decidle que Alejandro, acordándose del antiguo romano, se arroja en un hoyo para sacar de él, con el favor de Dios y con la fortuna de la casa de Austria, una cierta y grande victoria hoy”. La victoria fue de entidad, con 34 banderas capturadas y 10.000 bajas holandesas. Sin embargo, don Juan de Austria no estaba nada contento con la actuación de Alejandro Farnesio que había arriesgado su vida en las repetidas cargas “como si fuera un soldado y no un general”. El Rayo de la Guerra replicó a su tío que “él había pensado que no podía llenar el cargo de capitán quien valerosamente no hubiera hecho primero el oficio de soldado”. Y así lo hizo en posteriores intervenciones, siempre a la vanguardia del ejército, acompañado de la infantería de elite: los soldados castellanos. La amistad de Farnesio y Juan de Austria continúo hasta la inesperada muerte del segundo en Namur. El héroe de Lepanto dejaba tras de sí una carrera militar en ciernes, y un rompecabezas en forma de país. Felipe II confirmó a Alejandro Farnesio como Gobernador de Flandes, el cual acertaría en las dosis correctas de mano dura y diplomacia. La solución definitiva nunca pareció más cerca que bajo su gobierno https://www.youtube.com/watch?v=Z24Nh63gG5Q Para desplegar sus planes de pacificación, el general italiano primero necesitaba alcanzar una posición de altura a través de una implacable campaña, que vería su punto álgido en la conquista de la provincia de Brabante. Durante ésta se volvió hacer evidente la “temeridad” de Farnesio en al menos 3 ocasiones que le pudieron arrancar la vida. La primera de ellas se produjo durante el largo sitio a la ciudad de Maastricht. Tras las obras de asedio de rigor, Farnesio, suponiendo menor resistencia, lanzó a la infantería española –para los asaltos y operaciones complicadas siempre la requería– contra las fuerzas sitiadas que la rechazó con un alto coste en vidas para los asaltantes. Entre las bajas se encontraba un pariente de Alejandro Farnesio, Fabio, lo cual provocó la ira del joven general: “Yo voy allá. Yo mudare como general la fortuna del asalto, mudando el orden de asaltar; o como soldado más con mi sangre que con el mando”. Aunque sus oficiales próximos consiguieron que desistiera de sus palabras –más tarde, Felipe II le reprendería por su actuación colérica–, no consiguieron apaciguar su determinación de alcanzar la victoria. Con estos ánimos se intensifico el asedio; en las obras, que pronto darían sus primeros frutos, Alejandro ocupó posiciones muy expuestas –estuvieron cerca de herirle– y colaboró, pala en mano, con los soldados. Tras un nuevo asalto, esta vez exitoso, el General Farnesio cayó enfermo de lo que todos suponían la pesta. Luego de recuperarse milagrosamente, la infantería le rogó que entrara en desfile triunfal sobre la ciudad, cuyos defensores habían rendido la ciudadela interior. Una importante lección dejaba el asalto: las obras de ingeniería pueden reducir al mínimo los riesgos de un asalto. En Amberes, donde volvería a exponer su persona, se pondría especial énfasis en este aspecto. Por el momento, las prioridades militares debían claudicar ante las necesidades políticas. Alejandro Farnesio había logrado aunar a las provincias católicas en una misma empresa, la Unión de Arrrás, cuyo primer punto exigía, de nuevo, la retirada de los Tercios Castellanos. Tras conformar un bisoño ejercito con los nativos, Alejandro Farnesio realizó sendas acciones militares; la principal, el asedio de la ciudad de Tournay. Las tropas valonas –los católicos–- se comportaron con disciplina durante las obras de asedio pero titubearon a la hora del asalto. Cuando una compañía valona de 50 soldados alcanzó el primer baluarte defensivo, en vez de atrincherarse, los soldados se quedaron festejando la acción; los holandeses abrieron fuego causando un baño de sangre. Mientras, Alejandro Farnesio, furioso por los retrasos, instaba a los artilleros a acelerar sus labores. En esas estaba cuando un ráfaga de artillería enemiga bombardeo su posición. Debajo de tres cadáveres apareció el general bañado en sangre, herido en la cabeza y el hombro. A su vez, los asaltos posteriores se saldaron con idéntica suerte hasta que la ciudad se rindió más por cansancio que por miedo. Alejandro Farnesio, herido y frustrado, echaba en falta a su infantería más dispuesta. Alejandro Farnesio en plena madurez Alcanzado este punto, fueron los nobles valones quienes pidieron el regreso de los Tercios. Pero antes de que estos llegaran, el malogrado asalto a la ciudad de Ooudenarde, volvió a colmar la paciencia y la salud de Farnesio. Durante el asedio, los mercenarios alemanes organizaron un motín –algo que los españoles jamás hubieran hecho, nunca mientras la batalla estuviera en curso–, obligando a Alejandro a ocuparse en persona. “Ve que no apaciguándose en presencia de su general, dos soldados, arrebatándole de la mano al alférez la bandera, la estrellaron contra el suelo. Entonces, Alejandro, ardiendo en coraje, partió en carrera con el caballo, y apartando con la espada las picas alemanas, rompiendo por el escuadrón, esparciendo a entrambas manos, terror y heridas, penetró hasta alcanzar al soldado que estaba más cerca del alférez, lo sacó arrastrando fuera del escuadrón, y mandó al punto que lo ahorcasen”. Aquella jornada, otros veinte soldados fueron ahorcados y las protestas quedaron mudas; no obstante, la campaña aun depararía un hondo sobresalto. Mientras Alejandro Farnesio y sus oficiales comían al aire libre, un cañonazo arrancó la cabeza de uno de los comensales, otro perdió un ojo, y otro recibió graves heridas en el rostro. Salpicado de sangre, el general imperial se negó a mudar su posición: “Estoy a tiro de cañón mas no a tiro del temor”. Asedio a la ciudad de AmberesCon la vuelta de los españoles la causa católica recobró la senda de victorias. A tal punto se elevó el entusiasmo que Alejandro Farnesio eligió una presa de mayor calado para su siguiente movimiento. A principios de siglo XVI, la ciudad de Amberes, puerta del comercio americano, había sido una de las principales urbes de Europa; a finales de siglo, la ciudad, tras ser asolada en el famoso saqueo de 1576, había quedado en un segundo plano económico, pero seguía contando con un sistema de fortificaciones que no conocía parangón en todo el continente y que tenía por objeto proteger a una población de 100.000 personas. Una presa a la medida de un cazador temerario. Sería complicado desarrollar en pocas líneas los pormenores de un asedio que se considera, junto al de Breda por Ambrosio Spínola, una de los cercos más esforzados de la historia de la guerra. Basta resumir –quizás en otra ocasión escribamos un artículo en exclusiva- que 10.000 soldados acometieron una monumental serie de obras: empezando por un canal de 14 millas de longitud para drenar parte de las aguas que rodeaban la ciudad; y siguiendo por el célebre puente, compuesto de 32 barcos unidos entre sí, que permitió a los españoles acceder a la muralla principal de Amberes. Si cabe mencionar un desagradable incidente que, una vez más, por poco cuesta la vida del intrépido general. Estando la construcción del puente en su última fase, los defensores lanzaron tres barcos-mina hacia él, de los cuales solo uno alcanzó a encallarse contra el puente. La explosión causó la muerte de 800 soldados católicos y la onda expansiva envió a Alejandro Farnesio varios metros despedido. Con todo, las heridas no revistieron gravedad. Como era frecuente en Flandes, el asedio a Amberes deparaba nuevos contratiempos a la vuelta de la esquina. El último de ellos fue el temible contraataque rebelde que arrojó con furia sus mejeros tropas y sus 160 barcos restantes para evitar la pérdida de la ciudad. El ataque estuvo cerca de alcanzar su objetivo, pero de nuevo la infantería castellana, secundada por la italiana, reprendió el ataque. El propio Alejandro Farnesio, con espada y broquel, se unió a la primera línea de combate entonando: “No cuida de su honor ni estima la causa del rey el que no me sigue”. La jornada terminó con los holandeses huyendo en desbandada, muchos encallados a causa de la marea baja, lo cual auspició la captura de 28 navíos enemigos. En agosto de 1585, las tropas españolas entraban en Amberes. Los gobernadores habían decidido rendir la ciudad unos días antes; amén de las generosas condiciones que el general Farnesio planteaba. La noticia corrió por Europa. “Nuestra es Amberes” anunció un emocionado Felipe II a su hija Isabel Clara Eugenia a altas horas de la noche; en pocos episodios se recuerda al monarca tan exultante. El Rayo de la Guerra, premiado con el Toisón de Oro por Felipe II, continúo con las hostilidades en Flandes los siguientes 7 años, donde su mayor avance fue de carácter político. Para muchos historiadores, lo que hoy conocemos como Bélgica tiene su origen en este periodo, gracias a las maniobras políticas de Farnesio, que bien puede considerarse el padre de la patria belga. A pesar del esfuerzo, Alejandro nunca pudo ver acabada su proyecto político, y con su muerte, el Imperio Español desperdició su última oportunidad de derrotar militarmente a Holanda –ya entonces llamada Provincias Unidas-. Gran parte de culpa la tuvo Felipe II, siempre empeñado en encontrar empresas mesiánicas donde arrojar los recursos que tanto se requerían en Flandes. La conquista de Portugal de 1580 obligó a desviar tropas y fondos, la Armada Invencible forzó al ejército de Flandes a abandonar numerosas guarniciones; y en 1593, la Guerra Civil de Francia se llevó la vida de Alejandro Farnesio que había acudido en contra de su voluntad, mientras sus enemigos aprovecharon para recuperar ciudades en Flandes. Como no podía ser de otra forma, la muerte de Farnesio, el 3 de diciembre de 1593, por hidropesía, fue motivada por la herida, mal curada, de un disparo de arcabuz que recibió mientras supervisaba el asedio en la ciudad francesa de Caudebech. Alejandro Farnesio no podía evitar arriesgar su alma, disfrutaba de todos los aspecto de la vida militar. Nada se le puede reprochar, no era la mejor decisión militar, pero iba impresa en su carácter, y daba cuenta de la clase de coraje que gastaba. Temerario en la batalla, desprovisto de complejos ante su monarca, un descaro de talento al servicio del Imperio español. Editado por coronadobx en 21-01-2015 a las 14:45. |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
SALUDSS.
MIRA QUE ME HACES ESTUDIAR para ampliar lo que nos has puesto e buscado mas informacion del asedio de Amberes , os dejo el enlace , es interesante la forma en que se construyó el puente , bueno mejor lo leeis si os apetece http://www.oocities.org/losterciosespaoles/amberes.htm
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EL GARFIELD. Restauración integral de un velero de 5,50. http://foro.latabernadelpuerto.com/s...d.php?t=166786 El WISPA RESTAURACIÓN INTEGRAL DE UN VELERO DE 26 PIES https://foro.latabernadelpuerto.com/...d.php?t=182808 LAS RONDAS DEL JORDI BMW LAS PAGO YO (AL) LA IGNORANCIA SE CURA LEYENDO Y EL RACISMO SE CURA VIAJANDO. (UNAMUNO) |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Interesantisimo articulo que merece la pena leer!
http://abcblogs.abc.es/espejo-de-nav...d-de-historia/ Saludos. Coronadobx |
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leviño (27-01-2015) |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Intereseante como en otros casos:
Otro, para recordar. Cito...... Núñez de Balboa ( 1475 – 1519 ) , navegante y conquistador español, fue el descubridor del océano Pacifico, siendo EL PRIMER EUROPEO en surcar estas aguas. Al llegar a la playa y con la solemnidad que el acto requería, Balboa, se interno en el mar hasta que el agua le llegó a las rodillas y levantando la espada con la mano derecha y con la izquierda una bandera con las imágenes de la Virgen Maria con el Niño Jesús y el escudo de Castilla y León , pronuncio estas palabras :: " Vivan los muy altos y muy poderosos Reyes de Castilla e de León , e de Aragón , en cuyo nombre , e por la corona real de Castilla , tomo posesión destos mares e tierras e costas e puertos e islas con todos sus anejos e reinos e provincias que les pertenecen o pertenecer puedan , en cualquier manera e por cualquier razón e titulo que sea o ser pueda, antiguo o moderno, e del tiempo pasado e presente o por venir . E si algún otro príncipe o capitán sea cristiano o infiel , o cualquier ley o condición sea, pretende algún derecho sobre estas tierras o mares , yo estoy presto de hacérselo contradecir e defender en nombre de los Reyes de Castilla , de los presentes o por venir, este imperio e señorío de aquestas indias, e islas e Tierra Firme, con sus mares……que a sus majestades y sucesores todo ello e cada cosa e parte dello compete e pertenece agora y en todo tiempo , en tanto que el mundo durare hasta el universal final juicio de los mortales “ Todos los soldados presentes prometieron defender los derechos de los reyes de Castilla, probaron el agua marina y todo ello quedó registrado por el escribano Valderrábano . Atravesó por primera vez el istmo de Panamá con noventa y dos soldados y dos sacerdotes además de los indios, el 24 de septiembre entablan batalla con el cacique Torecha, tras la batalla continua camino hacia la cumbre de una montaña con sesenta y siete soldados , durmieron en la ladera y al día siguiente continua la ascensión a la cumbre, desde allí y dirigiendo la mirada hacia el sur descubre un mar inmenso al que llamó MAR del SUR, mas tarde, en 1520 fue llamado OCEANO PACIFICO por la expedición de FERNANDO MAGALLANES llamado así, a causa de los suaves vientos que en él soplaban. Andrés de Valderrábano levantó acta incluyendo los nombres y apellidos de los sesenta y siete exploradores que vieron el MAR del SUR ( entre ellos FRANCISCO PIZARRO ), en la cumbre levantaron una gran cruz de madera donde grabaron los nombres de los reyes de Castilla y de Aragón.
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"Busquemos lo que es mejor, no lo que es más común, o frecuente, y lo que nos lleve a la posesión de la felicidad" Del filósofo Séneca (Córdoba, Hispania 4 a.C. - Roma 65 d.C.) |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Es que después de remontar los vientos del oeste del canal y navegar a resguardo entre el rosario de islas y el continente, cualquier cosa era "pacífica" comparada a los 40 rugientes...
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#64
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Precioso y curioso relato de como se conquistaron Las Islas Canarias con la ayuda del Pirata Cabron!
http://www.abc.es/espana/20150129/ab...501281759.html Saludos. coronadobx Editado por coronadobx en 31-01-2015 a las 02:32. |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Hace algunos años (unos 25 para ser exactos) viví por algún tiempo en la Columbia Britanica en Canada.
Allí me enteré que en la actual Vancouver hubo un encontronazo entre la expedición britanica de Cook y la española de José María Narváez. Siguiendo indicaciones de la corona, (no se si es cierto, pero parece un chiste, los españoles había trazado una línea y al norte de ella escribieron algo así como "Acá Nada" y según la broma... de ahí viene el nombre de Canadá) se retiraron, no sin antes hacer la cartografía de la zona en su búsqueda de un paso por el Noroeste. Muchas calas, estrechos, cabos, etc aún conservan los nombres españoles de sus descubridores y cartógrafos. El más conocido de todos era el Estrecho de Juan de Fuca, que si bien nació y murió en Grecia, toda su expedición se realizó bajo la financiación de la corona española. He aquí su legado. http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Fuca |
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Acasimirocasper (16-11-2022) |
#66
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Añado también la biografía y logros del gaditano José María Narváez.
http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%...a_Narv%C3%A1ez |
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#67
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
No hay que irse a lejanos lugares ni a épocas remotas para recordar heroicos marinos españoles, muchas veces maltratados por la historia.
El Capitán de navío Luis González de Ubieta recién ascendido a Almirante, sustituyo a Buiza al mando de la flota en octubre de 1937. Su labor fue bastante positiva. Mejoró la estrategia naval republicana que consistía en garantizar el tráfico de material de guerra por mar, pese a tener que hacerlo contra tres armadas, la rebelde, brazo ejecutor, la italiana, exploradora y ejecutora si se terciaba, y la alemana, información instrucción y terror, más, la descarada actitud de las marinas inglesa y francesa entorpeciendo y poniendo dificultades a la marina mercante de sus respectivos países contratada por el gobierno español. Ubieta metió presión a una flota que en realidad no tenía ninguna gana de enfrentarse a su oponente. La marina rebelde, mal acostumbrada, navegaba a su antojo por todos los mares con escasa prevención y mucho de altanería. Pero cuando por primera vez en toda la guerra, ambas escuadras se vieron las caras en el Cabo de Palos, Ubieta que había salido con su flota en busca de la división de cruceros rebeldes, los vapuleó sin piedad. La propaganda franquista ha presentado este combate como una casualidad, o la buena suerte que tuvieron los torpedos republicanos. Y lo denomina el hundimiento de Baleares. Nada de eso, El comandante de la flota rebelde cometió todos los errores uno detrás de otro que conducen a la muerte en un combate naval. Mala formación de la división. Delató su posición con proyectiles iluminantes. Almacenamiento inadecuado en cubierta de combustible y municiones, y una confianza en sí mismo que denotaba el desprecio y la poca consideración que se le prestaba a la flota gubernamental. La flota rebelde fue derrotada en toda la línea. Ubieta le dio una paliza a Vierna de antología, no sólo acertaron sus destructores con tres torpedos en el Baleares, sino que el tiro del Libertad y otros buques barrió las cubiertas de los cruceros rebeldes. Pero además, la división de cruceros rebeldes, no tuvo más bajas, porque el capitán del Canarias tomó el mando y ordenó poner agua por medio. Ubieta no quiso perseguir a los cruceros rebeldes, aunque todos se lo pedían, pero estaba falto de torpedos y no tenía la costumbre de ganar. Con la moral tan alta y los rebeldes con el rabo entre las piernas, no sabemos que hubiera pasado. Lo que sí pasó es que el Almirante de la flota rebelde, ordenó taxativamente al Canarias y al Cervera regresar inmediatamente al lugar de los hechos y recoger a los náufragos del Baleares. Debió ser un rapapolvo pistonudo. Pues bien, cuando el Canarias regresó al lugar donde varios buques de guerra inglesas trataban de socorrer a los desgraciados supervivientes del Baleares, la Fuerza Aérea republicana ya estaba al quite y 9 bombarderos SB-2 "katiuska" se lanzaron sobre el Canarias, poniéndole nuevamente en fuga con daños en cubierta tras un autentico duelo aeronaval. Esto no es el hundimiento del Baleares, esto es, que la única vez que los dos flotas se enfrentaron realmente, los rebeldes perdieron. Y se demostró que la flotilla de modernos destructores gubernamentales era superior en combate nocturno a los también modernos cruceros pesados rebeldes sin escolta, aunque la República no supo aprovechar esta ventaja. Este fue el combate naval donde murieron más españoles desde Trafalgar. |
#68
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Cita:
Porque entre otras cosas, ocurre como dicen: que la historia la escriben los vencedores. Traigo, con vuestro permiso, a otro de los "olvidados", otra de las víctimas del devenir de la historia y de su lealtad consigo mismos. Integridad, que le dicen. Este es el caso de Baudilio Sanmartín, comandante de la base naval de Málaga en febrero de 1937, cuando la "desbandá", uno de los episodios más sangrientos e infames de la guerra civil. Más tarde, el organizador de la evacuación de los republicanos de Menorca en el crucero inglés "Devonshire". Reproduzco unas líneas de "La Guerra Civil Española en el Mar", de Michael Alpert, "Volviendo al telegrama que Buiza recibió de Valencia ese último día, aunque la presencia y la localización de los buques enemigos eran evidentes, la flota republicana no llegó a intervenir. La contestación de Buiza fue que, puesto que no había una cobertura aérea, no iba a intervenir. Por último, el día 7 de febrero de 1937 se dirigió un último telegrama desde Málaga al jefe de la flota, pidiendo por lo menos una contestación a los mensajes precedentes. Este telegrama había sido despachado por el segundo maquinista, jefe de la base naval, Baudilio Sanmartín, cuyo informe esclarece las últimas horas de aquel centro. Aquel día se había recibido un radiograma desde Cartagena asegurando que la flota actuaría "en el caso de darse condiciones favorables", pero al avanzar la tarde y descubrirse la fuga del comandante militar de la plaza y el personal del Gobierno civil, Sanmartín pidió órdenes, ya que la flota no hacía acto de presencia. Mientras esperaba, quemó claves secretas y la documentación que pudiera servir al enemigo. Luego recibió una contestación de Valencia, esta vez del mismo ministerio, Indalecio Prieto, el cual le dio órdenes de verter en la dársena el combustible de la Campsa y prenderle fuego. Sin embargo, dada la ausencia de planos de las obras y de personal de la Campsa, Sanmartín tuvo que desistir de este proyecto. Tampoco pudo traer dinamita por encontrarse ardiendo el polvorín. Sus conversaciones con Prieto fueron casi continuas aunque, al parecer, Prieto no pudo comunicar, a su vez, con Largo Caballero, presidente del Gobierno. Aquella noche Sanmartín quedó como única persona de autoridad en Málaga, sin poder encontrar a nadie excepto en Teléfonos (Italcable). Incapaz de hacer nada más, cumplió las órdenes de Prieto inundando el Xauen, dos lanchas de la Tabacalera y el Ártabro, y, a las cuatro de la madrugada del 8 recogió de la base unas máquinas técnicas y se marchó con el personal subordinado que quedaba. Fue de los pocos que salieron del desastre con honor." Otras referencias sobre el citado marino, http://www.yoescribo.com/publica/com...aspx?cod=20880 http://www.webmar.com/foros/viewtopi...11823&start=12 Y también, Salud,
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"...Cuando el nubloso viento se levanta, la canal de Bahama desemboca, con veinte y ocho grados en altura, y muchos de trabajo y desventura..." Editado por Larsen en 02-11-2015 a las 09:22. Razón: Ha sido publicado un libro: Málaga Base Naval Accidental", que detalla su participación al servicio de la República. |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Gracias Cofrade por tu aportación, y me alegra que sigas este hilo! Sin lugar a dudas importante la figura de este almirante de tres estrellas Don Luis Gonzalez de Ubieta y su mayor victoria que fue el hundimiento del Crucero baleares en la también llamada Batalla de Cabo de Palos, la mayor contienda naval de la guerra civil.
Curiosamente, esa victoria tuvo poca transcendencia en la lucha por la superioridad naval, ya que este barco fue sustituido en escasos meses por el crucero ligero Navarra, modernizado, aunque si que supuso una inyección de moral en el bando republicano. También fue criticado por descuidar el Norte con una muy alta concentración de barcos en el estrecho, pero en mi opinión esto no es demerito en sus importantes contribuciones a la marina Naval. A pesar de esto fue luego relegado a una secundaria Menorca, destino sin importancia en el momento de la guerra. Veo por tu zona de navegación que estas próximo al Pais Vasco, si te gusta estos temas te recomiendo que investigues los grandes Marinos Vascos del siglo XVIII y sus grandes aportaciones a Espana |
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Jordi BMW (07-02-2015) |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Cita:
- Miguel Buiza - Luis González de Ubieta. - Baudilio Sanmartín. - Eugénio Porta. - José Antonio Castro. - Enrique Moreno Una pequeña aclaración el DEVONSHIRE no llevó a la gente a Bizerta los desembarcó en Marsella. Y gracias Lansen por citarnos. Un saludo Sebastián Editado por Cabot en 01-02-2015 a las 10:41. |
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Larsen (01-02-2015) |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Cita:
Saludos. coronadobx |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Saludos. hoy traigo a este hilo a uno de mis favoritos y desconocidos por muchos, Alejandro (Alessandro) Malaespina. No acabo muy bien como muchos otros marinos.......
Fuente Andres Galera Gomez Alejandro Malaspina (Mulazzo, 1754 - Pontremoli, 1810)Nace Alejandro Malaspina el día 5 de noviembre de 1754 en la localidad italiana de Mulazzo, de la que su padre, Carlo Morello, es marqués. Igual de notable resulta la línea materna; su madre, Caterina Meli Lupi, entronca con los príncipes de Soragna. Cuenta ocho años cuando la familia se traslada a Palermo. Viene después la ciudad de Roma, donde completa sus estudios en el colegio Clementino. Finalmente, el año 1774 ingresa en la academia de guardiamarinas de Cádiz. Su carrera militar es vertiginosa. Méritos no faltan en una hoja de servicios que recoge su presencia en diversas campañas militares. En 1775 lo encontramos embarcado en la fragata Santa Teresa defendiendo la ciudad de Melilla, sitiada por la hueste marroquí. El año 1780 participa en el asedio a la plaza de Gibraltar. Durante el combate, los ingleses capturan el navío San Julián a cuya tripulación pertenece. Aprovechando la fuerte tempestad que descarga sobre la zona, el teniente de fragata Alejandro Malaspina subleva a la marinería, recuperando el control de la nave. Se corre la voz y el clamor popular inunda la bahía gaditana celebrando la hazaña. El año 1782 se encuentra inmerso en la operación naval contra la armada inglesa desarrollada en el cabo Espartel, mereciendo por su valeroso comportamiento el ascenso a capitán de fragata. En la década de los años ochenta comienza una etapa dirigida a explorar el Nuevo Mundo. En 1783 efectúa su segundo viaje a Manila embarcado en la fragata Asunción, y en el año 1786 parte al mando de la fragata Astrea rumbo a las islas Filipinas circunnavegando el globo. El 10 de septiembre 1788 presenta al ministro Antonio Valdés su plan para realizar un viaje científico y político alrededor del mundo. Un mes más tarde el proyecto es aprobado. El jueves 30 de julio de 1789 las corbetas Descubierta y Atrevida, comandadas por los capitanes de fragata Alejandro Malaspina y José Bustamante, parten de Cádiz rumbo a Montevideo. Comienza el viaje. El 21 de septiembre de 1794, la expedición regresa al puerto gaditano. Han transcurrido cinco años. No dieron la vuelta al mundo, aunque exploraron detenidamente tierras de América, Asia y Oceanía, consumando un viaje sin precedentes en la historia de España. En marzo de 1795 Malaspina es nombrado brigadier. Unos meses más tarde, el 23 de noviembre, es encarcelado. El primer ministro, Manuel Godoy, le acusa de conspiración. Concluido el proceso, el brigadier es expulsado de la armada y condenado a la pena de diez años y un día de prisión en el castillo de San Antón de La Coruña. En abril de 1796 ingresa en el penal coruñés. En el año 1803 se le conmuta la pena de privación de libertad por el destierro a Italia, fijando su residencia en la localidad de Pontremoli. Fallece el 9 de abril de 1810. |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Malaespina Segunda Parte. El Viaje (Misma Fuente y Wikipedia)
Por aquel entonces, dos convoyes oficiales enfilan anualmente el Atlántico desde aguas gaditanas, protegidos, eso sí, por galeones para ahuyentar al pirata: el conocido como la Flota de Nueva España, con destino Veracruz, y el llamado de los Galeones de Tierra Firme, rumbo a Cartagena de Indias y Portobelo. Con este vaivén marinero, la popular Tacita de Plata es un hervidero de mercancías consecuencia del monopolio comercial disfrutado por la ciudad hasta la década de los ochenta. Del otro lado se recibe azúcar, café, cacao, harina, pimienta de tabasco, tabaco, lana de vicuña, pieles de guanaco, cueros, tintes, oro, plata, cobre, embarcándose chacina, aguardiente, vino, lienzos, paño y demás. La economía marca la pauta con ultramar, y la monarquía española contempla tan alejados dominios como una fuente inagotable de riqueza. Tremenda heredad por disfrutar. Aquellas lejanas tierras son un espacio soñado por los sabios europeos. Un halo mágico envuelve a sus moradores, derivado de las noticias, muchas inventadas, que los buques mercantes traen a Occidente. El modo de desvelar el misterio y conocer la verdad es simple, arriesgado y caro: viajar para explorar in situ. Con esta misión, voceando el santo nombre de la ciencia, desde la vieja Europa se organizan expediciones que recorren el mundo rastreando lo desconocido. Costosas empresas navales con una derivada política sustancial, sin la cual jamás hubiesen salido de puerto. De este conjunto expedicionario, los viajes protagonizados por el inglés James Cook, el francés Jean François Galaup, conde de La Pérouse, y el italiano Alejandro Malaspina destacan sobremanera, componiendo una tríada viajera continua en espacio y tiempo, reflejo fiel de los intereses cruzados que España, Francia e Inglaterra despachan allende los mares, disputándose el control de ingentes recursos naturales. Pesca, minería, ganadería, peletería, agricultura, industria maderera son argumentos que valen su peso en oro para pelear por un puesto, o todos, en la margen izquierda, o derecha, según se mire, del océano Atlántico. Este fue el ilusorio, polifacético, prolijo y proceloso mar del poder por donde navegó el oficial de la armada española Alejandro Malaspina, consumando un pretendido «viaje científico y político alrededor del mundo» impulsado por su graciosa majestad el rey Carlos III. El tiempo aporta madurez y sosiego al viajero. Los objetivos del marino varían, se vuelven trascendentes. La década de los años ochenta es el punto de inflexión. Comienza una etapa orientada a explorar el Nuevo Mundo. Viajar le sirve para sumar millas, para coger experiencia, abriendo ojos y mente a un panorama desolador donde desigualdad, injusticia y corrupción, mal gobierno en definitiva, son la resultante de un sistema colonial obsoleto, decadente. Desde entonces, las preguntas rondan por la cabeza del ya capitán soliviantando su pensamiento: ¿cómo se puede gobernar América sin conocerla?, ¿cómo hacerlo ignorando la realidad? Resolver la incógnita con conocimiento de causa exige buscar la verdad, ver el territorio en primera persona, ampliamente, en profundidad. Cumplida esta etapa, la tarea resulta más sencilla, pues consiste en analizar los hechos para diseñar un orden administrativo respetuoso con la idiosincrasia de una comunidad plural, espacial y socialmente distante de la metrópoli. Su último viaje, la expedición que le ha dado fama, tuvo este sello de identidad. Malaspina viajó para ser útil a España. En el empeño gastó su tiempo, y no le faltaron ni tesón ni coraje ni prudencia, ni mucho menos el deseo de ver para conocer, esclarecer y comprender, para, en definitiva, instruirse sobre el planeta y la vida de quienes lo habitan, siguiendo la filantrópica idea de construir una sociedad más justa, regida por el principio del bien común. ¿El objetivo? Extender la prosperidad humana a todas partes. Su expedición fue un utópico e inefable viaje hacia la libertad persiguiendo la felicidad de los demás. Otro sueño de la razón con sus correspondientes monstruos. Cádiz, 30 de julio de 1789. Hace días que las corbetas Descubierta y Atrevida están preparadas para hacerse a la mar. Gobernadas por los capitanes de fragata Alejandro Malaspina y José Bustamante, ese jueves emprenden la misión de circunnavegar el globo. El 21 de septiembre de 1794 las embarcaciones regresan al puerto gaditano. Han transcurrido cinco años. Finaliza la aventura. No dieron la vuelta al mundo, pero exploraron minuciosamente mares y tierras de América, Asia y Oceanía. Leyendo su diario, sabemos que Malaspina halla la lógica satisfacción por concluir un viaje del cual se siente complacido y cansado. Al regreso, es la monarquía de otro Carlos, el cuarto, quién le juzga, y razones tiene para meditar las consecuencias de sus actos. No acabó en la cárcel por casualidad, pasando una larga temporada encerrado en un húmedo presidio. Después de fondear durante unos días en las islas Canarias, navegaron por las costas de Sudamérica hasta el Río de la Plata, llegando a Montevideo el 20 de septiembre. De ahí, siguieron hasta las islas Malvinas, recalando antes en la Patagonia. Doblaron el Cabo de Hornos y pasaron al Pacífico (13 de noviembre), explorando la costa y recalando en la isla de Chiloé, Talcahuano, Valparaíso, Santiago de Chile, Islas Desventuradas El Callao, Guayaquil y Panamá, para alcanzar finalmente Acapulco en abril de 1791. Al llegar allí, recibieron el encargo del rey Carlos IV de encontrar el Paso del Noroeste, que se suponía unía los océanos Pacífico y Atlántico. Malaspina, en lugar de visitar Hawái como pretendía, siguió las órdenes del rey, llegando hasta la bahía de Yakutat y el fiordo Prince William (Alaska), donde se convencieron de que no había tal paso. Volvió hacia el sur, hasta Acapulco (a donde arribó el 19 de octubre de 1791), después de haber pasado por el puesto español de Nutka (en la isla de Vancouver) y el de Monterrey en California. En Acapulco, el virrey de Nueva España ordenó a Malaspina reconocer y cartografiar el estrecho de Juan de Fuca, al sur de Nutka. Malaspina requisó dos pequeños navíos, la Sutil y la Mexicana, poniéndolos bajo el mando de dos de sus oficiales, Alcalá Galiano y Cayetano Valdés. Dichos barcos dejaron la expedición y se dirigieron al estrecho de Juan de Fuca para cumplir la orden. El resto de la expedición puso rumbo al Pacífico, navegando luego a través de las islas Marshall y las Marianas y fondeando en Manila (Filipinas) en marzo de 1792. Allí, las corbetas se separaron. Mientras que la Atrevida se dirigió a Macao, la Descubierta exploró las costas filipinas. En Manila moriría por unas fiebres el botánico Antonio Pineda. Reunidas de nuevo, en noviembre de 1792, ambas corbetas dejaron Filipinas y navegaron a través de las islas Célebes y las islas Molucas, dirigiéndose posteriormente a la isla Sur de Nueva Zelanda (25 de febrero de 1793), cartografiando el fiordo de Doubtful Sound. La siguiente escala fue la colonia británica de Sídney, desde donde volvieron al puerto de El Callao, tocando en la isla de Vava'u, y desde allí, por el cabo de Hornos, volviendo a fondear en las islas Malvinas. A principios de 1794 la corbeta Atrevida integrante esta expedición comandada por el capitán de navío José de Bustamante y Guerra , se separó de su nave gemela en las islas Malvinas y se dirigió a verificar los descubrimientos de las Antillas del Sur así como los de las islas San Pedro (actualmente más conocidas como Georgias del Sur). La Atrevida reconoció las exactas coordenadas de las Islas Aurora: avistó a la principal de las Cormorán el 20 de febrero de dicho año, avistando seguidamente a todas las otras islas incluidas las rocas Negras; regresaron a Cádiz el 21 de septiembre de 1794. La expedición levantó mapas, compuso catálogos minerales y de flora y realizó otras investigaciones científicas. Pero no abordó simplemente cuestiones relativas a la geografía o a la historia natural. En cada escala, los miembros de la expedición establecieron inmediato contacto con las autoridades locales y eventuales científicos para ampliar las tareas de investigación. A su regreso a España, Malaspina presentó un informe, Viaje político-científico alrededor del mundo (1794), que incluía un informe político confidencial, con observaciones críticas de carácter político acerca de las instituciones coloniales españolas y favorable a la concesión de una amplia autonomía a las colonias americanas y del Pacífico, lo que le valió que, en noviembre de 1795, fuera acusado por Manuel Godoy de revolucionario y conspirador y condenado a diez años de prisión en el castillo de San Antón de La Coruña. Editado por coronadobx en 02-02-2015 a las 15:00. |
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
La condena en el Castillo de San Anton no era un premio precisamente, estaba considerado como lo peor
San Anton era un islote aislado situado a la entrada de La Coruña por mar, batida por todo cuanto temporal llegaba, las olas habitualmente montaban sus murallas, en días de temporal Avituallado cuando podían a través de un pequeño embarcadero de tamaño minimo para una embarcación de remos de 6 u 8 metros En la segunda foto donde se ve el patio esos entrantes en la muralla eran los calabozos, abiertos y a la intemperie. Incluso para los guardianes, estaba considerado un castigo estar destinado alli Juzgar vosotros mismos la clase de balneario [url=http://subefotos.com/ver/?47f9d5c65538352795f339e9f03e8b85o.jpg] [/ [[IMG][url=http://subefotos.com/ver/?630e721af5eadd05ed22abf1c16ff4fdo.jpg] [/url[/IMG]
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Re: Heroes Españoles (Relacionados con el mar) olvidados
Hoy 5 de febrero pero en 1772 fallece el Marques de la Victoria, D. Juan Jose Navarro, que fue el primer Capitan General de la Armada, quien aparte de su prolifica vida militar, hizo grandes aportaciones sebre matematicas, maniobras, codigo de senales......pero sobre todo nos dejo su famoso Album del Marques de Victoria que se custodia en el Museo Naval de Madrid
http://www.armada.mde.es/ArmadaPorta...rques-victoria https://www.youtube.com/watch?v=AWojEuWwiKE Relato a continuacion de Wikipedia Juan José de Navarro Viana y Búfalo (Mesina, 30 de noviembre de 1687 - Isla de León, 5 de febrero de 1772) fue un noble, marino y militar español, I Marqués de la Victoria y primer Capitán General de la Real Armada Española. Su padre fue Ignacio de Navarro, capitán del ejército que falleció cautivo en Argel, y tuvo a Juan José de su legítima esposa Livia Búfalo, también de la nobleza siciliana, pero su familia era oriunda de españoles. El futuro marqués de la Victoria empezó muy pronto la carrera de las armas, primeramente en el ejército, sentando plaza en el Tercio Fijo de Nápoles a la edad de 8 años. Hasta 1698 hay un vacío en las noticias de la vida del joven militar; se sabe únicamente, por cierto escrito suyo, que cursó humanidades, filosofía y matemáticas, con eminentes profesores napolitanos, sobresaliendo en dichos estudios. Posteriormente pasó al Tercio Viejo de la Mar de Nápoles, en el que servía su padre. El duque de Veragua, virrey de Sicilia, firmó en Palermo el 17 de marzo de 1698 la licencia para que el soldado Juan Navarro pasara al estado de Milán a continuar sus servicios en aquel ejército. El 9 de septiembre de 1698 sentó plaza en la compañía de Alfonso de Vivar en calidad de soldado aventajado, como persona noble que era, lo que entonces se llamaba desde 1682 en Francia, por ser generalmente los segundones de las casas nobles los que lo hacían, denominación que más tarde pasó a España, convenientemente castellanizada. Guerra de Sucesión Española Pronto llegó al Milanesado la Guerra de Sucesión que se encendió a la muerte de Carlos II. Puede decirse que fue de los primeros países en que se combatió, ya que el emperador Leopoldo de Austria quiso empezar por la conquista de ese territorio de la monarquía española. Allí acudió Felipe V a ponerse al frente de sus tropas en los tiempos en que ganaba el sobrenombre de "Animoso", y en las filas de aquéllas encontramos a Navarro, ya de alférez, ansioso de emular las glorias de sus mayores. Se halló también en la batalla reñida por los españoles contra el piamontés conde de Parela, que quedó derrotado, herido y prisionero. Así siguió, combatiendo siempre, hasta que en 1707 evacuó España el tan disputado Milanesado, pasando Navarro a Valencia con su batallón. Participó en la expedición de socorro a Orán, dispuesta por el marqués de Valdecañas en Cartagena en 1708. Con él fueron tres Navarros: el padre, su hijo segundo Ramón y Juan José, que por su pericia en fortificaciones –ya en Milán se había ocupado de mejorar la defensa de su castillo— fue encargado de inspeccionar las de Orán y proyectar su refuerzo. En un asalto de los moros fue muerto Ramón y hecho prisionero el padre, Ignacio, siendo llevado a Argel. Juan José Navarro pasó a mandar precisamente su compañía y con ella tomó parte en 1709 en la conquista de Alicante y Valencia. Fue también uno de los capitanes que se distinguieron en la toma del castillo de Miravete, cercano a Tortosa. Estuvo en la batalla de Peñalba librada el 15 de agosto y en las desgraciadas acciones de Almenar y Zaragoza, siendo Navarro uno de los 600 oficiales que cayeron en poder del conde de Starhemberg, que con tal victoria había creído ganar definitivamente la corona de España para el archiduque Carlos. Cataluña y la Guerra de la Cuádruple Alianza Una vez firmada la paz de Utrecht, el teniente Navarro ascendió a capitán efectivo, pasando a mandar en propiedad la compañía de su padre que había muerto en el cautiverio en Argel. Con esta compañía operó en la represión de la sublevación de Cataluña, pasando durante ella a mandar la de granaderos. Tomó parte en doce combates y se distinguió en el de Coll de Argentera, como justifica su jefe Juan de Carvajal, así como en el castillo de Arbiol y en las acciones de Montblanc, Montroig y de la Selva. En premio a su comportamiento recibió el mando en propiedad de la compañía de granaderos, de la que era a la sazón jefe accidental. Cuando se hallaba de guarnición en Tarifa, ingresó en la recientemente creada Real Armada. Navarro fue ascendido a alférez el 1 de mayo de 1717, y se le encargó de las enseñanzas de matemáticas, así como de su formación militar: "faenas de la milicia, necesarias en los navíos y aun en tierra si fuera del caso". De todo ello tenía buena práctica: por esta época había estado en cuatro batallas campales, dos en Milán y dos de las más decisivas en España, en siete sitios y en más de cuarenta acciones de guerra. La primera campaña en que sirvió la nueva compañía de guardiamarinas fue en la conquista de Cerdeña, actuando como tal unidad militar. La escuadra la mandaba el marqués de Mari y el ejército, el marqués de Lede. Navarro relata, con orgullo y sencillez a la par, este hecho de armas de los alumnos: Caller en Cerdeña es una ciudad mediana, residencia de los virreyes. Yo estuve en 1717 cuando la tomamos, en el navío Real, haciendo de segundo capitán y mandando cien caballeros guardiamarinas. [b]Actividad científica En su nuevo grado siguió dedicándose a escribir, que tanto le apasionaba. En 1723, tenía listo un tomo sobre evoluciones. En el año siguiente, terminó el tomo primero de la teoría y práctica de la maniobra, que dedicó al hijo de Felipe V, Luis I, recién ascendido al trono. Redactó además un código de señales para regir los movimientos de la escuadra. Testigo Navarro del desembarco de Cerdeña y conocedor de lo que ocurrió en Sicilia, expuso además, en su obra, reglas muy acertadas para esta clase de operaciones anfibias. En 1725 publicaba en Cádiz “El Capitán de Navío de guerra instruido en las ciencias y obligaciones de su empleo”. Lo dedicaba a José Patiño, por entonces ministro, su protector y amigo. Navarro fue ascendido a capitán de fragata con fecha 28 de marzo de 1728 y un año más tarde a capitán de navío, en fecha 17 de marzo de 1729, dándosele el mando del navío San Fernando del porte de 74 cañones, que pronto se convirtió en el modelo de los de su clase, especialmente en los ejercicios de fuego. La gran amistad con que distinguieron los Reyes a Navarro le acarreó envidias de altos personajes, entre ellos del propio Patiño, y motivó su separación de la corte, enviándosele a América como almirante de una expedición de galeones. Antes de la salida hacia América siguió Navarro trabajando: ideó la simplificación del ejercicio del cañón, y durante el viaje a ultramar inventó el numerar las banderas y parearlas, perfeccionando así las señales. La expedición contra Orán: En 1732, mandando el navío Castilla, participó en la expedición contra Orán organizada para llevar al ejército del duque de Montemar, estando las fuerzas navales al mando del Teniente general Cornejo. En dicho navío, habían de reunirse, por uno de esos raros caprichos del destino, tres preclaros varones de la milicia española del siglo XVIII: Navarro, su comandante; el general del ejército marqués de Santa Cruz de Marcenado, y el entonces joven Jorge Juan, que hacía sus primeras armas. Navarro y el de Santa Cruz contrajeron una profunda y sincera amistad. En la jornada de Orán, Santa Cruz mandaba la primera barcada de tropas que pisó tierra, y Navarro, como más antiguo capitán, las embarcaciones que las llevaba. Dio la orden de bogar hacia la playa a la voz de ¡Avanza! ¡Avanza!. El primero que llegó a tierra fue el marqués de Santa Cruz, y el segundo, Navarro. Éste, una vez terminada tal misión, se dirigió con su navío cañoneando de cerca cierta barrancada llena de moros, hecho que contribuyó en gran medida a despejar la situación de las tropas desembarcadas. Después de ocupada la plaza de Orán, Navarro fue empleado en el estudio de su defensa. El castillo de San Andrés le recordaba aquel otro asalto, entonces de los moros, en que perdió a su hermano y a su padre. En 1737, muerto ya Patiño, primero protector y luego enemigo de Navarro, ascendió éste a jefe de escuadra; tenía a la sazón 52 años de edad y 42 de servicios a la Corona. Volvió a sus anteriores tareas de literatura profesional y publicó el segundo tomo de su gran obra, que tituló “Práctica de la maniobra”. También se dedicó a hacer un profundo estudio de la ordenanza y redactó un proyecto que fue base para la publicada en 1748 por Joaquín Aguirre y Oquendo. En 1739 dio a la luz en Cádiz su excelente obra sobre matemáticas y maniobra. Al año siguiente concluyó su tomo de “Geografía Nueva y método breve y fácil para aprenderla”. Rebatió asimismo en este año las atrevidas sinrazones del libro que publicó cierto fray José de Arias: "La más preciosa margarita del Océano...". Dice Navarro en el epígrafe "Padre, la cosmografía — Que aborta su reverencia — Como la explica es demencia — Como la piensa manía". La Guerra del Asiento: En 1739 se declaró la guerra a la Gran Bretaña y se dio a Navarro el mando de la escuadra de Cádiz; con ella operó por el Atlántico hasta Ferrol, volviendo a Cádiz. Esta primera campaña se terminó sin haber encuentro con el enemigo, pues el almirante Haddock, creyendo que se trataba de atacar a Menorca, se dirigió a defenderla. Juan José Navarro contaba en total con 15 buques, de los que seis eran sólo de la Real Armada, los demás de la carrera de Indias, armados en guerra. Se le dio orden de salir para Barcelona, donde se alistaba un convoy de tropas destinadas a Italia, enviadas en socorro del duque de Montemar. Frente a Cartagena tomó contacto con la escuadra francesa de Court de la Bruyère el 19 de diciembre de 1741, ante la escuadra británica mantenida en amenazadora expectativa. Court dijo que no podía incorporarse a los españoles, pero que se pondría siempre entre ellos y los británicos, y que si éstos se obstinaban en atacar, se uniría a Navarro. Sufriendo todos el 22 de diciembre un violento temporal a la altura de Ibiza, que echó abajo el mastelero del buque insignia español, llegaron ambas escuadras a Barcelona el 4 de enero de 1742, saliendo diez días después para Toscana con un convoy de 52 naves. Sufrió Navarro otro temporal que le hizo arribar sobre las Hyères, con el buque insignia en muy malas condiciones. Al fin desembarcaron las tropas en Génova, por imposibilidad marinera de hacerlo en Orbitello, donde estaba previsto. Las escuadras española y francesa volvieron a sufrir nuevos temporales, el primero a la salida de Génova, que les obligó a fondear de nuevo en el mismo puerto, y estando allí un segundo temporal, por lo que tardaron bastante tiempo en poderse hacer a la mar. El 24 de enero llegaron a Tolón, en donde permanecieron dieciocho meses bloqueados por la escuadra británica de 29 navíos de Haddock, y después aumentada a 33 y a las órdenes ya del vicealmirante Mathews. Éste fijó su base de operaciones en Hyères, desde donde destacaba fuerzas que daban diferentes golpes de mano contra las costas de España y Génova. En el Combate naval del cabo Sicié, Navarro resultó herido, primero en la pierna derecha y luego en la cabeza. Por su actuación el rey le promovió al empleo de teniente general y le confirió el título de marqués de la Victoria. Las escuadras española y francesa se retiraron a Cartagena, desde donde la española, que fue la única que se quedó, hizo varias salidas, cobrando bastantes presas. Gran Bretaña, ante tales pérdidas, decidió al fin bloquear Cartagena con 21 navíos mandados por el almirante Rowley. En 1746 hizo Navarro un grandioso proyecto de reforma de este puerto militar, con ocasión de estudiar algunos de los presentados por otros al gobierno, para lo cual se le ordenó formase una comisión. Ya con anterioridad se había ocupado él de este asunto, pero los proyectos que presentó - siendo solamente comandante general de la escuadra surta en el puerto - no habían tenido muy buena acogida. El 1 de marzo de 1748 quedó desembarcado y de comandante general del departamento. El 8 de noviembre de 1748 se suprimió el almirantazgo que se había creado el 14 de marzo de 1737 para el infante Felipe de Borbón: "cesó aquel consejo y tribunal que reconcentraba el saber y la prudencia de los más expertos. Allí cualquier pensamiento o providencia saludable y conveniente no moría con el que la propuso o la planteó; allí se discutía antes de resolver, y no se abandonaba lo bien resuelto", dice José Vargas Ponce, en su "Vida del Marqués de la Victoria". Capitán general: ]El 15 de marzo de 1750 fue nombrado capitán general del departamento de Cádiz y director general de la Armada. Seis años más tarde terminó al fin su "Diccionario demostrativo de la configuración y anatomía de toda arquitectura naval moderna", ya presentados sus fundamentos en 1740 cuando ingresó en la Real Academia Española. En 1759, arbolando su insignia en el navío Real Fénix y mandando una escuadra compuesta de 20 navíos y seis jabeques, trajo a España desde Nápoles al nuevo rey, Carlos III. En este viaje se puso en práctica el código de señales ideado por Navarro y que en 1736 copió el vizconde de Morogues para la armada francesa, y que hasta el momento no había sido aprobado en la española por oposición de algunos generales, pese a las favorables opiniones de Jorge Juan y Antonio de Ulloa, que informaron sobre el caso. El rey, en recuerdo de su viaje, regaló a Navarro un bastón de oro y para que lo usase con el grado supremo de la milicia, le nombró capitán general de la Armada el 13 de diciembre de aquel año. Cuando iba al timón de la falúa real, le hizo cubrirse y después le regaló dicha embarcación en cuanto atracó al muelle de Barcelona. En 1761 elevó al rey una serie de interesantísimas razones agrupadas bajo el título de “Discursos y diferentes puntos, particularmente sobre la Marina..., discursos políticos para el fomento y esplendor de España”. En 1765 se publicó en Cádiz su “Código de Señales”. La última campaña del Marqués de la Victoria, ya casi octogenario, fue la que hizo con una escuadra de nueve navíos para llevar a la infanta María Luisa a celebrar su matrimonio con el archiduque Leopoldo, que luego ocupó el trono imperial, trayendo al regreso a la princesa María Luisa de Parma, que ocuparía el trono de España. En la dirección de la Armada siguió trabajando para aumentar sus efectivos, el número de los navíos de tres puentes y el de batallones, creando también el cuerpo de inválidos el 30 de abril de 1767. El 25 de diciembre le acometió un vértigo cuando le curaban un pie. Recobrado, firmó su correo. No obstante, sobrevino la erisipela y se convirtió seguidamente en gangrena, que le ocasionó la muerte a los 84 años de edad. Editado por coronadobx en 05-02-2015 a las 15:25. |
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