Al hilo de este post os cuento lo que me paso recientemente cruzando el Golfo de Leon.
Amaneciendo, camino de Porquerolles ( Hyeres ). Dos tripulantes abordo, yo de guardia y mi compañero descansando. Mar formado por la proa. Toda la noche dando pantocazos. Toca cambio de guardia, bajo a la cabina a despertar al otro y...un palmo de agua en todo el piso. Rapidamente encendemos la bomba de sentina, preparamos espiches y comenzamos a buscar la via. Grifos de fondo...nada. Bocina...nada. Corredera!!! Un chorro de agua entrando a saco. Desenrosco y veo que se ha roto la parte de la rosca que va pegada al barco. En fin, un espiche envuelto en un paño dandole unos martillazos suaves y para de entrar. En mi opinion, la ultima vez que se metio la corredera se apreto demasiado y se rompio al dar un pantocazo. Nunca hay que apretar demasiado la rosca de la corredera!. La broma nos costo tener que sacar el barco del agua al llegar a Francia.
Salud.
