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#1
09-06-2011, 22:40
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Re: Historias inconfesables
goba, excelente y divertido relato.
Compartimos el territorio además del idioma. Me estoy planteando la posibilidad de hacer una quedada para que nos conozcamos algo más los que vivimos por esta zona y tenemos aficiones parecidas. Un saludo.  
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goba (10-06-2011) | ||
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#2
09-06-2011, 23:52
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Re: Historias inconfesables
Cita:
Yo llevo el wisky "ahumado" !!!!
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 ...EL PIBE DE LOS ASTILLEROSNUNCA SE RENDÍA...
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goba (10-06-2011) | ||
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#3
10-06-2011, 09:32
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Re: Historias inconfesables
Cofrade Carpant, excelente idea lo de la quedada de los cofrades de la zona de la bahía, solo una salvedad, los meses de Julio/Agosto estaré por Rota-Puerto Sta.Maria-Cádiz por lo que no tendré mucho acceso a internet, por lo que para ponerte en contacto conmigo deberías hacerlo a través de Joaquín de Isl.N.; no obstante te envio un privado con mi movil y a tu disposición. 
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Carpant (10-06-2011) | ||
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#4
10-06-2011, 09:33
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Re: Historias inconfesables
Os cuento una "tierna" historia de mi infancia de comienzos de los ´80 (no recuerdo exactamente el año).
Lugar: Ría de Pontevedra Embarcación: Taylor 50 Temporada: verano del 80, 81 más o menos Tripulantes: 4. un amigo, su padre, un amigo de su padre y yo que era el más renacuajo de todos. Situación: estábamos pescando tranquilamente (yo miraba ja ja ja) cuando se echa una bruma de narices y decidimos volver a puerto. En esto que a los 5 minutos de navegación el motor principal se para y no hay forma de ponerlo en marcha nuevamente; el padre de mi amigo nos dice con voz alta y clara; "bueno no os preocupeis que para eso está el motor auxiliar" (o algo así dijo). En esto que empieza a tirar de la cuerdecilla del auxiliar para ponerlo en marcha, y no arranca, y continua, y sigue sin arrancar, comprueba el depósito, los manguitos, y nada todo está correcto, pero el motor sigue sin arrancar. El amigo del patrón, coge el motor y empieza igualmente a intentar arrancarlo, y nada no funciona. La tensión ya se palpaba con claros signos de cabreo y cansancio despues de intentar e intentar tirar de la cuerda de arranque y nada. A todo esto el barquito se nos estaba acercando a una costa de rocas, con lo cual la cosa ya se ponía "complicada" pero sin ser grave ni mucho menos. En medio de la tensión, yo intento abrir la boca y decir algo, pero el padre de mi amigo me echa un par de broncas de cuidado para que no molestase, por lo que yo me quedo en un rincón medio acojonado y sin molestar. Al cabo de media hora, me hinche de valor y les dije algo así: "mirar, es imposible que arranque el auxiliar porque no habéis puesto la mezcla del aceite, y así no hay forma de que arranque"  El padre de mi amigo se pillo un cabreo de narices con mi comentario, y no tuvo más remedio que llamar a puerto para que nos vinieran a remolcar. En el puerto nos estaban esperando mis padres y más gente ya que estaban preocupados, a lo que recuerdo que mi padre le dice al patrón: "hombre Luis, la próxima vez haz caso al chaval antes, y así nos hubiéramos ahorrado toda esta espera"  Pese a que fuimos vecinos durante muchos más veranos, la relación ya nunca fue la misma :-))) Editado por woqr en 10-06-2011 a las 09:38.
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#5
10-06-2011, 12:07
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Re: Historias inconfesables
Realmente esta historia sería inconfesable para el otro...
Me explico: Andaba yo recién sacada el PER y colgué mis datos en buscotripulante.com...recibí muchas invitaciones. Una de ocasión, era un chico de Madrid, ilusionado porque acababa de comprar un velero de 12m y quería mantenerlo unos años en lista 6ª para alquilar y necesitaba a alguien de la zona que acudiera y ayudara en las cosas del barco si él estaba ausente. Bueno..quedamos un dia a comer en Alicante para conocernos y trazar un protocolo. Al mes recibió el barco y me llamó para navegar e ir reconociendo las maniobras, las prestaciones...quedamos algunos dias. Una tarde, que yo llegaba con la lengua fuera al puerto de alicante, tras la jornada laboral....navegábamos por el cabo de santapola, la tatrde fue avanzando y el sol anaranjado embellecía aún más el paisaje. Él me propuso hacer un fondeo y darnos un baño....Acepté gustosa a realizar el fondeo aunque le contesté que no llevaba bañador y que prescindía del baño...que se bañara él. Argumentó que tampoco llevaba tal prenda y que no le importaba...él se zambulló mientras yo fumaba....allá que sube al barco con sus atributos al aire.  ..yo me reía...Se sienta en la bañera....me mira y mira también dirección a la cabina...yo me seguía riendo... Reconocia sus intenciones y..me recreo en explicarle que es imposible aceptar su petición...ya que estoy enamorada y en ese caso nadie puede ocupar mi "corazón"... Entonces él se pone las manos en la cabeza con los codos apoyados en las rodilla mientras decía: y ahora que??? como le voy a decir a mis amigos que estoy en un velero, a la hora de atardecer con una tia buena ....y na de na...???? me van a decir: ¡ tio tu eres un GILIPOYAS...!!! jajjajajaja 
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 Que no me falte el viento
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#6
10-06-2011, 12:37
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Re: Historias inconfesables
Cita:
Ahora bien, en mi modesta opinión la táctica de tumbarse en la bañera desnudo y mirarte a tí y a la cabina, es un poco de cromañon, solo le faltó arrastrarte por los pelos y dar un par de gruñidos ja ja ja !! Seguro que si hubiera puesto la mesa como dios manda, fondeado en una calita, en un atardecer rojizo, con un par de velitas aquí y allí, un Moet enfriándose y unas cigalitas, la cosa hubiera cambiado sustancialmente, pero noooooooo el tío a pelo y encima a saco !!! maryluna, y no me digas que no hubieras caido rendida si el plan hubiera sido algo así, no me salgas ahora con que tu estas enamorada y bla bla bla.... ja ja ja Editado por woqr en 10-06-2011 a las 12:43.
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#7
10-06-2011, 13:44
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Re: Historias inconfesables
Jajajjajajaj...pero mira que eres malo!!! jajajajaja Quieres que despliegue aqui todas las fantasías imaginables de lo se podría experiemntar con el fantástico escenario que describes??? A veces...cuando una mujer se concentra mucho en alguien, por muchos escenarios preciosos, con guinda de lujuria, que le pongais, ésta no entra al ruedo.... 
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Que no me falte el viento
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#8
10-06-2011, 14:16
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Re: Historias inconfesables
Cita:
dile a tu amigo que es un vago y que haga el favor de currarselo un poco por dios !!! Editado por woqr en 10-06-2011 a las 14:28.
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mar y luna (10-06-2011) | ||
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#9
12-06-2011, 13:31
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Re: Historias inconfesables
Cita:
Muy bien por ti chica.
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mar y luna (13-06-2011) | ||
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#10
12-06-2011, 14:00
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Re: Historias inconfesables
Esta otra historia si es confesable, pero aún hoy me parece increible.
Hace 10 años, tenía mi primer barco, un puma 26 en el puerto de aguadulce, durante un año estuvo allí hasta que conseguí un amarre en málaga.No tenía problema ya que mi madre vive allí en almería, y no me costaba desplazarme. Con 85 años, mi madre me pidió que la llevase al puerto para ver el barco que me había comprado, aunque no se iba a subir porque no estaba para esos trotes. Una vez en el puerto, me dice que le gustaría dar un paseo, pero que no puede subir, es muy difícil.Así que le puse el barco en otro sitio, abarloado al muelle,quité un mostetón en la parte de la aleta, y por las axilas la cogí y la coloqué en el asiento de la bañera. Salimos a motor del puerto, puse las velas y el barco escoró un poco.Lo que pensaba que haría sería gritarme de que el barco se volcaba y que la llevara a tierra. Lo que dijo fué.....hay que ver, que sensación más agradable da navegar a vela.... Observé que de vez en cuando, se ponie en pié y miraba hacia el interior, destacando que era mucho más grande de lo que parece viendo el barco desde fuera.Una y otra vez se ponía de pie.....Verás si no se cae al agua y nos da la mañana, pensaba yo.Se que le gustaría estar dentro para verlo mejor, y pensé que una vez en puerto, haría lo imposible para bajarla dentro, para que no se quedase con las ganas, por culpa de los escalones que tenia que salvar para entrar al interior. No recuerdo a que, pero tuve que ir un momento a proa.Cuando volví la vista atrás, me llevé el susto de mi vida.No estaba en la bañera  .Ha debido de caerse con tanto ponerse en pie. Miraba hacia el agua en todas direcciones y no la veia.Fuí corriendo a mirar por popa y uffffff, allí estaba curioseando por el interior.....anda si tiene lavabo y cocina....mira tiene para dormir tambien......toma.. pero si tiene hasta wc...esto para que sirve.ect ect.Podeis imaginaros la cara que se me quedó.Hace unos día me he comprado otro barco, que casualmente lo tengo en el mismo amarre que el anterior.No se si decírselo o no,porque si se lo digo es capaz de sacarse el per.
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#11
15-06-2011, 09:32
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Re: Historias inconfesables
Cita:
 ahhhh amigo mio.....las madres son madres.....y la verdad es que madres solo hay una.... Por todas las madres
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Dirty hans are a sing of a clean money
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amurado (17-06-2011) | ||
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#12
12-06-2011, 23:11
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Re: Historias inconfesables
Cita:
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Que no me falte el viento
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#13
12-06-2011, 16:58
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Re: Historias inconfesables
Cita:
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| Los siguientes cofrades agradecieron este mensaje a wanmaar | ||
mar y luna (13-06-2011) | ||
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#14
12-06-2011, 23:14
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Re: Historias inconfesables
Cita:
...es muuuuucho más complejo  
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Que no me falte el viento
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#15
13-06-2011, 10:05
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Re: Historias inconfesables
Cita:
je je yo no lo describiría como complejo, sino como logísticamente más elaborado, eso es todo Antes de zarpar, no cuesta nada ir el día antes a encargar una buena comida para llevar a un buen restaurante de la zona (unas cigalitas en verano siempre quedan bien), llevar hielo a bordo, una botella de buen champagne frances, unas velitas, una buena vajilla con unos buenos cubiertos, un mantel como dios manda´; luego solo tienes que elegir un buen sitio para fondear, que el sol esté en el punto exacto, y lo demás es coser y cantar........ Después de lo que me ha costado preparar la escena, mataría a maryluna si se hubiera enrrollado con ese tío por simplemente quitarse el bañador y ala a...... el 90% del éxito está en la preparación, en cualquier orden de la vida !!!! es que nunca lo habéis leído ?????
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#16
08-08-2015, 00:37
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Re: Historias inconfesables
Cita:
Yo estoy con el pobre chaval. ..... ! ASÍ NO SE PUEDE !
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"Busquemos lo que es mejor, no lo que es más común, o frecuente, y lo que nos lleve a la posesión de la felicidad" Del filósofo Séneca (Córdoba, Hispania 4 a.C. - Roma 65 d.C.)
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#17
08-08-2015, 11:15
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Re: Historias inconfesables
Cita:
SSSEGURO QUE ESA MISMA SEMANA VENDIO EL VELERO HAY CA UNO , ,
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EL GARFIELD. Restauración integral de un velero de 5,50. http://foro.latabernadelpuerto.com/s...d.php?t=166786 El WISPA RESTAURACIÓN INTEGRAL DE UN VELERO DE 26 PIES https://foro.latabernadelpuerto.com/...d.php?t=182808 LAS RONDAS DEL JORDI BMW LAS PAGO YO (AL) LA IGNORANCIA SE CURA LEYENDO Y EL RACISMO SE CURA VIAJANDO. (UNAMUNO)
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#18
13-08-2015, 20:32
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Re: Historias inconfesables
De regreso del Perú, en el que he pasado las últimas semanas, donde por cierto he podido navegar por el lago más alto del mundo, entro en la TdP y me encuentro con tu divertido hilo. Creo que si se profundiza más en esta historia revela ante todo tu honestidad porque no todo el mundo es capaz de revelar un hecho que para la mayoría puede ser especialmente vergonzoso, pues dicen los expertos en estos temas que más del 95% de los seres humanos tiene en su memoria hechos propios que no revelan a nadie para evitar su deshonra o lo hace fingiendo que el secreto pertenece a otro con el típico “tengo un amigo que le ocurrió…” para obtener el perdón indirectamente o para juzgar la reacción de los contertulios y así preparar el siguiente asalto, pero rara vez se hace a pecho descubierto en primera persona. Algunos se han animado y han puesto su granito de arena en esto de la sinceridad culpable y los quiero imitar contando uno de mis muchos inconfesables. Esto que empiezo a narrar no es una historia como la tuya, pues al fin y a la postre las protagonistas son las llaves que podrían ser náuticas o no, pues fue un puro pecado náutico y como tal una transgresión libre y deliberada de nuestras santas leyes. Aunque la mayor parte de mi vida profesional transcurrió en lugares con mar o río navegable, cuando nació mi hijo trabajaba en Madrid, que sí, tiene río; ¡pero qué río! De resultas a esto mi compadre, madrileño de pura cepa, es más del campo que las amapolas. El siempre había admirado mi azarosa vida marina anterior y siempre estaba ironizando sobre ella comparándola con mi entonces apacible y sereno trabajo matritense. Aunque no me lo ha confesado, creo que en fondo había soñado convertirse en un marino, un aviador o quizás un aventurero; en fin las cosas que tienen los genes capitalinos. Cuando dejé la capital por otros destinos nunca hemos perdido el contacto y siempre se interesaba sobre mi vida de aficionado náutico aunque jamás se había embarcado conmigo; es más, jamás se había embarcado excepto de joven en las barcas del lago del Retiro o de la Casa de Campo para pelar la pava. Un verano quedamos en pasar unos días juntos en Punta Umbría y aproveché para sorprenderlo náuticamente con una travesía Mazagón – Punta aprovechando que disponía de un trawler clásico holandés de más de 50 pies de eslora movido por dos preciosos motores Lister que le daban un majestuoso andar de 7 nudos. El plan era navegar plácidamente aprovechando la ausencia de viento matutina (En esta zona se entabla un viento térmico vespertino llamado foreño ) y con la mar como un plato entrar con marea alta en la ría puntaumbrieña y atracar en el muelle del Club para darnos los cuatro un homenaje en condiciones a la hora del almuerzo. Pero eran las 12 y todavía no habían llegado. Un poco más tarde aparecen por el pantalán arrastrando dos preciosas maletas duras Samsonite, vestidos como para embarcar en el Orient Express y calzados como para asistir a una fiesta de fin de año. Pensé que el barco era lo suficientemente capaz para albergar los maletones y lo suficientemente amplio para que tranquilamente se vistieran adecuadamente, pero la hora ya no era tan buena. Al fin decidí zarpar siguiendo el plan previsto, movido más bien por la ilusión tanto de mi compadre como mía, pero algo en mi interior me decía que era un error, que lo suyo era una vueltecita por el canal del Padre Santo; ir hasta la estatua del monumento a Colón y volver tranquilamente por las calmas aguas de la ría. Entre pitos, flautas, saludos y ponerse al día zarpamos todavía más tarde. Cuando salimos de la ría de Huelva, en la confluencia con la mar, nos encontramos unos trenes de olas que no esperaba porque el puto foreño, con rachas de fuerza 5, saltó antes de lo debido y tuvimos que abrirnos para encararlos. El primer tren de olas fue emocionante para mis compadres. Eso de ver la proa enterrada en las aguas, el roción en la cara, la espuma inundando la cubierta, el pantocazo y la airosa salida no lo habían experimentado nunca y aferrados a la bancada de la cubierta del timón y con la misma cara de preocupación y ansiedad que puedes ver en las atracciones de las montañas rusas, sonreían tímidamente. En el segundo tren de olas la cara de mi compadre era entre un blanco prístino y un verde cerúleo y mi comadre gritaba aterrada desde abajo, entre el estrépito de los motores y el ruido del aguaje contra el casco, como funcionaba la bomba de la taza del WC. En el tercero ya estaban los dos abajo abrazados a la mesa mirando aterrorizados el vuelo de los enseres de cocina que yo no había trincado convenientemente. Y no quiero seguir contando lo que pasó en los siguientes porque al recordarlos me puede entrar una depresión. Una vez pasada la confluencia encaramos la entrada a la ría de Punta Umbría que entonces no estaba dragada y balizada como ahora, sino que había que averiguar cuál era el paso correcto cada verano pues los temporales de invierno variaban la canal por el traslado de los sedimentos de arena del fondo. Eso que se llama deriva litoral. A primeros de julio de cada verano me ponía a la popa de un pesquero y así iba tomando las marcaciones necesarias para una feliz entrada; pero ese año todavía no lo había hecho así que bajé revoluciones en torno a la boya de recalada para esperar el milagro del pesquero que desafortunadamente no se produjo; allí no navegaba nadie, el radar decía lo mismo y la marea ya hacía tiempo que vaciaba. No tenía más solución que dar la vuelta, pasar otra vez los trenes de olas y atracar en Mazagón con el rabo entre las piernas y encima muertos de hambre porque no tenía a bordo ni un colín o arriesgarme con las marcaciones del año anterior. La decisión no era más que mía. ¡Pero si Punta Umbría está ahí al lado, que veo hasta las caras de las gentes que se están bañando! decían cuando les conté el problema. Sus mentes estaban obnubiladas recordando los males pasados. Al final entré. A la segunda virada pinché. No sirvió de nada el traslado de pesos ni la fuerza de los motores ni la de la fuerte corriente vaciante. Estaba pinchado y bien pinchado. Al barco le quedaban largas horas esperando la nueva marea. Al menos se me ocurrió llamar y nos llevaron al Club en un rápido bote y mis compadres se pudieron recomponer y al final de la comida hasta se reían. De vuelta, y como penitencia a mis pecados, a mí me tocó esperar y esperar hasta la madrugada, para poder entrar en la ría, arranchar el barco y llegar a casa arrastrando los dos maletones. PS. Como no estoy en casa haber si encuentro una buena wifi para poder mandarlo.
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Editado por anboro en 13-08-2015 a las 20:36.
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