Vela Philyra, un nuevo Nadir 22

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Unas birras para todos tabernero.

Os cuento el final de la historia

Al día siguiente, miércoles, hicimos Calpe - Alicante, amarrando en el RCRA, que me gusta y tiene buen precio (curiosamente más caro que en la salida de la VOR).

Pasamos una buena noche tapeando en Alicante, ciudad que conozco muy bien precisamente por haber ido a navegar docenas de veces.

A las 7 zarpamos con el objetivo de dormir ya en el Maestre, y así fue, en el puente de las 18 entramos (por poco no pudo ser en el de las 16).

Este crucero ya sabía yo que iba a ser delicado por el viento, y es que bajar de proa perfecta al viento ... ya el martes nos costó ceñir casi dos horas para una miseria de millas, al final arrancamos motor y aun así desde Cumbres del Sol a Calpe llevó lo suyo por el fuerte viento y la ola.

El miércoles casi todo el día a motor, lo mismo que el jueves, bien por ausencia de viento bien porque la ceñida ya a motor 11 horas, imaginad si lo hacemos a vela y rizados

Pero bueno, lo importante es disfrutar del barco, y éso se ha hecho con creces.

A veces se nota mucho que un 22 pies para crucero de una semana dos personas tiene su aquel, sobre todo se echa de menos cocinar navegando.

Lo que sí he hecho esta vez, que no había probado aún en el Philyra, era pasar varias horas en la cabina navegando, con el contramaestre de guardia y el piloto automático. Y sí, qué placer ir tumbadito en las literas y ver pasar el agua con una buena escora

Tengo otro hilo abierto sobre un foque, la verdad, cuando hay que rizar génova se pierde mucho, veremos si prospera la idea del foque.