Historias de la pesca del atún tropical

[TXELFI]

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Fijaos lo que me tocó ver y arreglar en mi anteúltima campaña profesional.
La avería que veis ahí es en la cabeza de un marinero de mi barco.
En la proa del barco donde los marineros con el contramaestre a la cabeza fabricaban los objetos flotantes que constan de una almadía hecha de cañas de bambú del grosor de una botella y de 3x2 Mt. En el día señalado a media mañana el contramaestre elevó con la grúa un objeto que acababan de amarrar para depositarlo en otro lugar y cuando lo tenía en alto el viento de driza de nylón de uno de los lados faltó...…..
En ese momento estaba en el alerón de Br, estábamos navegando marcha libre con calma chicha, hacía 3 días que habíamos salido de Dakar.
De repente escuché un fuerte ¡¡¡PLAAAS!!! y acto seguido la voz angustiada de Josetxu, un marinero superveterano de aquí:

-¡¡¡Ay mi cabeza, ay mi cabeza!!!- Me asomé rápidamente a la cara de proa del alerón y allá que le veo con las dos manos en su calva cabeza de la que manaba abundante sangre. Le grité.

-Déjate de mi cabeza y leches y sube aquí rápido- Cuando subió a la puerta de Br del puente le hice sentar en una banqueta y lo que vi me inquietó.
Tenía un boquete arriba de la frente que se veía el cráneo, pero es que además parecía que faltaba un pedazo de tejido.
Del botiquín pequeño que estaba en el puente me dieron gasas, agua oxigenada etc para intentar detener la hemorragia mientras ordené al contramaestre que buscara abajo el pedazo de carne.
Me puse unos guantes de látex que me costaron calzar por el tamaño grande de mis manos, siempre me pasa lo mismo.
El capi me trajo paracetamol y un vaso de agua porque el hombre se quejaba de dolor, eso sí, estaba en todo momento consciente y lúcido.
Envié al oficial a la enfermería en busca de agujas con seda trenzada para coser aquella avería pero en cuanto me trajo lo pedido un minuto después cambié de idea.

-Tráeme la grapadora y grapas, si me pongo a coser esto va a ser una tortura para este hombre- Apareció el contramaestre diciéndome que no encontraba pedazo alguno.
Cogí el borde superior de la herida y tiré hacia abajo comprobando que se acercaba al otro borde. No había tiempo que perder, si se tarda después es imposible. Cogí la grapadora con la derecha y atrapé ambos bordes en el centro de la herida, al hacerlo ambos bordes entraron en contacto. Me llevé una alegría tremenda. La herida ya no sangraba casi nada.

-No falta ningún pedazo- exclamé. Puse una grapa a la izquierda, después otra a la derecha y así hasta terminar. Limpié todo bien y después aplique una generosa ración de betadine en toda la zona. Después cubrí la arte superior con gasas, a continuación algodón y finalmente vendas.
Después cogí una botella de agua oxigenada y vertí sobre el vendaje hasta empaparlo. Mientras hacía todo esto no paraba de hablar al herido y hacerle preguntas para cerciorarme que estaba lúcido en todo momento.

-Ahora te vas al comedor y te sientas, estate allí quietecito- le ordené
Cogí el teléfono y llamé a la cocina para que uno de los 3 de fonda estuviera vigilándole de continuo.

Llamamos al centro radiomédico de Madrid por tlf, el doctor nos dijo que habíamos obrado muy bien, prescribió 1 cápsula de 500 mg de clamoxil cada 8 horas durante 5 días. Vigilancia continua y llamada si se apreciaba alguna anomalía.
Ordené al oficial que empapara el apósito cada 4 horas para impedir que se secara y a los marineros de guardia esa noche lo mismo.
Estábamos a 200 Nm al W de Liberia, no había casi nada de pesca en ese momento pero nosotros estábamos de buena racha, una semana después teníamos que estar en el puerto de Tema(Ghana) obligatoriamente para recoger 6 grandes contenedores de víveres y pertrechos enviados desde Galicia en un carguero y tenía que apurar esos pocos días.

El marinero estaba sin novedad, a las 48 horas deshice el vendaje y la herida estaba como veis en la foto y unos días después entramos en puerto con 450 Tm de pesca a bordo capturadas en una semana.
En puerto quise mandarlo al médico pero se negó, en fin, se sentía bien.
Cuando me jubilé un año después solo quedaba una tenue línea blanquecina como testigo de lo que había ocurrido.
La fecha de la segunda foto está mal. Fue el 31-03-2011, ayer se cumplieron 9 años.