Muy bonita la historia de la regata hacia l'Alguer; mucho menos la realidad.
Hace años salian un monton de barcos a regatear entre Palma y l'Alguer, sin GPS, ni balsas ni apoyo ni nada. A dos. Con el tiempo los barcos aumentaron en eslora, en seguridad, pero cada vez hubo menos. Se extendió la regata a los solitarios para darle un impetu nuevo: mas que solitario imposible pues salió....un barco. Dos años despues salieron...dos! Una docena corta de barcos en total,
(En l'Alguer La Lepanto ya no era lo que fué, un pretexto gastronomico que justificaba la travesía).
Ahora se ha encontrado la soluciòn definitiva: como exige la ley, solamente participarán los capitanes de yate; por lo menos ahora tenemos excusa para quedarnos en tierra y hablar de travesías,de románticos de la vela ,de sueños, de amaneceres solitarios, de temporales, de sirenas....
Se acabó la historia..

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