El BAHIA LAS ISLAS en su vuelta por el mundo

[kaia]

LAS ANTILLAS HOLANDESAS

O lo que quedan de ellas, Curaçao es nación independiente desde el 10 del 10 de 2010, aunque en alguna medida aún sigue ligada a Holanda, ya caminan en solitario.
Bonaire se ha quedado como un municipio holandés, aunque disponen de autonomía y Aruba tengo entendido que también camina por su cuenta.
La llegada de los amigos cofrades Urtzi, Ida lewis, Pachá y almiranta, nos ha puesto de nuevo en marcha a recorrer las islas y sus encantos, que tras el paso de huracán Tomas sus cuatro idílicas playas han quedado un poco maltrechas, tal como comentamos en páginas precedentes y que fuimos protagonistas en el noticiero.
Primera escapada a Klein Curaçao, una pequeña isla, situada a 8 millas al sureste, que dispone de una bonita playa y un arrecife no demasiado vistoso a su alrededor, que nos ha permitido realizar los primeros pasos en nuestra recién descubierta pasión por la fotografía submarina y que iremos desarrollando poco a poco en el sub-foro correspondiente.

La travesía a Bonaire de 22 millas, una navegada mañanera de las de disfrutar de la ceñida.
La isla, un poco más pequeña que Curaçao y mucho menos poblada, ofrece una calidad más acorde a lo que nos gusta, ambiente caribeño, a pesar de que todo esta enfocado al submarinismo y su disfrute turístico.
Saben que poseen un ecosistema único y lo miman con celo, no se permite el fondeo en ningún lugar, ni tan siquiera para las neumáticas, amarrarse a las boyas dispuestas o nada.
A parte de las inmersiones, de las que hemos disfrutado una mañana, al norte hay un curioso Parque natural, en el que además de los enormes cactus endémicos de la isla, está plagado de iguanas y algunos burros salvajes, símbolos de Bonaire. Un recorrido en coche por un tortuoso camino de 34 kms da para hacerse una buena idea de lo que es la isla.

Unos días después regresamos al fondeadero de Klein Curaçao, las chicas quieren disfrutar de la playa y nosotros procurarnos algunos peces para equilibrar nuestra dieta con proteínas marinas. Esto no tiene nada que ver con los Roques, pero algo ya hemos pillado para meter al horno de la recién estrenada cocina del Bahía, que la anterior dijo ¡¡basta!! y hubo que jubilar.
Pero estamos en tiempos meteorológicos, aún bastante revueltos y una tormenta no demasiado dura nos han echado a la media docena de veleros que allí estábamos.
Volvemos a la marina como alma que lleva el diablo, navegando con un viento de poco más de 20 nudos y lluvia como para lavarnos hasta las encías, pero seguimos disfrutando, esto es el Caribe.

Con lo que no estamos tan felices, es con los mosquitos, a la pobre Lali la tienen abrasada, aunque nos defendemos con mosquiteras y repelentes.
Nueva salida y nuevo fondeo, esta vez en un pequeño lagoon cerca de nuestra marina, sitio tranquilo y provechoso, pues Fermín y Lali han podido despedirse del caribe, a lo grande, fotos con una tortuga que se ha dejado coger y con el buen sabor de una hermosa langosta, la única que hemos visto por estas islas, de tamaño aceptable y Urtzi que ya está recuperando su instinto depredador, acompañó con la captura de tres buenos pargos, que deleitaron una fiesta en la cocina.

Bueno, para los turistas todo se acaba pronto y ayer mismo Fermín y Lali, tomaron el avión de regreso a Bilbao, para nosotros tres, ahora comienza otro nuevo horizonte, en un par de días partimos hacia Aves de Sotavento, las últimas de las islas venezolanas por el Oeste, navegaremos 60 millas contra viento y marea, pero merece la pena su visita, en las que estaremos unos días y de allí poner rumbo a Jamaica, 600 millas que os contaremos un poco más adelante



La foto más turística de Curaçao, Punda, desde el puente movil


Klein Curaçao, la coqueta islita satélite y su playa


Los fondos submarinos de Klein, una gozada para los sentidos y para mi nueva cámara


Tertulia en bañera tras la cena


Centro de Kralendij, capital de Bonaire


El parque natural de Bonaire


La cena despedida a nuestros amigos Pachá y almiranta

Salud